Imanol INTZIARTE
Donostia

Biarritz se lleva la primera Copa de Euskal Herria de rugby

El nombre del Biarritz Olympique figurará como el del primer equipo que conquistó la Copa de Euskal Herria de rugby. Lo hizo imponiéndose al Aviron de Baiona en el típico partido de pretemporada, poco vistoso para los espectadores y cargado de probaturas técnicas.

Biarritz se llevó la victoria en Anoeta. (Gorka RUBIO / ARGAZKI PRESS)
Biarritz se llevó la victoria en Anoeta. (Gorka RUBIO / ARGAZKI PRESS)

El Biarritz Olympique se adjudicó la primera edición de la Copa de Euskal Herria de rugby al imponerse 10-0 al Aviron de Baiona en partido disputado ayer en el estadio de Anoeta, que se llenó en un tercio de su aforo aproximadamente.

Este evento, organizado por el colectivo Euskal Herria Kirola, nace con vocación de continuidad y de crecimiento, ya que la intención es que el próximo año se sumen otros equipos.

Los prolegómenos estuvieron marcados por sendos homenajes. El primero, a los familiares de Kote Olaizola, fallecido el pasado mayo y que fue uno de los máximos impulsores del rugby en Gipuzkoa, amén de perejil en muchas otras salsas deportivas.

El segundo reconocimiento tuvo como protagonistas a Michel Celaya y Gerard Murillo, quienes realizaron el saque de honor. Celaya, nacido en 1930, jugó en el Biarritz y fue además internacional medio centenar de veces con la selección francesa, ganando en cinco ocasiones el Cinco Naciones. Murillo, dos años más joven, jugó en el Aviron y ya como técnico dirigió a varios clubes y a la selección española.

El carácter no oficial del partido se notó más en la grada que sobre el césped. Este es un deporte con mucho contacto físico y rebajar la tensión es uno de los caminos más cortos hacia las lesiones. Además, tras la floja campaña anterior, los cambios han sido numerosos en ambos bandos, el Top 14 arranca dentro de dos semanas y hay que ganarse un puesto.

Fruto de ese carácter preparatorio es que en principio hubo un acuerdo tácito de no lanzar a palos los golpes de castigo, a fin de aprovechar mejor los minutos. El marcador no se movió en una primera mitad que bien se puede dividir en dos partes diferenciadas.

Ocasiones blanquiazules

Durante los veinte minutos iniciales ni hubo un dominador claro ni oportunidades de marcar algún ensayo que se hicieran acreedores de merecer tal nombre. A partir de ahí, Aviron tomó el mando y buscó la zona de marca biarrota con un onmipresente Marvin O'Connor.

El joven ala izquierdo, francés de ascendencia australiana, tuvo la primera en el minuto 23. Pateó raso y corrió en busca del oval, pero el zaguero inglés Ian Balshaw, zorro viejo que se sabe todos los trucos, cuerpeó lo suficiente para bloquearle el paso e impedirle agarrar el balón, despejando por la línea lateral. Esa jugada hizo despertar al público y se escucharon los primeros gritos de ánimo hacia ambas escuadras, aunque nada comparable a un duelo de los de verdad.

Aviron continuó apretando y volvió a pisar las inmediaciones de la línea de marca en el 33. No logró anotar, pero forzó la amarilla de Yann Lesgourgues, el joven medio melé del Biarritz. La expulsión temporal del prometedor canterano dejó en inferioridad a los de la capital, que sufrieron para llegar al descanso. sin mayores daños

El reloj ya sobrepasaba el minuto 40 cuando el zaguero Heymans lograba posar el balón, pero el colegiado anuló la jugada por pantalla ilegal de un atacante blanquiazul.

La segunda parte fue un carrusel de cambios y pisaron el verde las dos plantillas al completo, hasta alcanzar unos sesenta jugadores. En el minuto 53, Biarritz decidió que ya era hora de dar trabajo a la persona que maneja el videomarcador y lanzó a palos un golpe de castigo que transformó Benoit Baby (3-0) entre los abucheos de la hinchada rival.

Baiona no tuvo argumentos para la reacción. Más bien al contrario, fue Biarritz el que en los estertores del choque empujó con mas ahínco. Y tuvo su premio a falta de tres minutos con un ensayo de Haget que supuso el 10-0 definitivo.