En declaraciones a EFE, Pastor ha opinado que se trata de una campaña «equivocada y errónea; no creo que esos sean los movimientos que la sociedad vasca espera de los presos de ETA, que vuelvan a utilizar ese victimismo infantil y esa forma de presión que a estas alturas no tiene ningún recorrido».
Pastor cree incluso que la campaña puede provocar «el efecto contrario a la compresión que quieren buscar», porque «jugar a la presión injustificada en estos momentos no ayuda nada a que se pueda gestionar con tranquilidad una política penitenciaria más flexible».
«Lo que puede provocar la huelga de hambre -ha insistido Pastor- es que se interprete que este colectivo de presos sigue anclado en dinámicas del pasado y sigue sin romper los lazos que le unen a ETA y sin entender el nuevo tiempo».
El portavoz del PSE también ha lanzado un mensaje a los dirigentes políticos de la izquierda abertzale, a los que ha recomendado que «en lugar de ir a la puerta del hospital donde está el preso Uribetxebarría, deberían hacer declaraciones contundentes en el sentido de que este colectivo se acoja a las medidas individuales de reinserción que prevé la legislación, porque no va a haber salidas colectivas ni amnistías».
Respecto a la situación en concreto de Uribetxeberria, Pastor ha recordado que es el juez el que tiene la última palabra.
«Es verdad que es un enfermo con un cáncer terminal y entra dentro de los supuestos que la ley penitenciaria establece (para la puesta en libertad), pero hay que dejar actuar a la Justicia», ha remarcado.