El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, ha asegurado que su Ejército no atacará a la guerrilla del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) si esta se desarma y se repliega a Kurdistan sur.
«Si hacen esa promesa [retirarse] y quieren salir del país tras dejar las armas, vamos a aprobarlo», ha declarado a un grupo de periodistas turcos en el avión que le llevaba de vuelta a Turquía tras una gira por varios países africanos.
Erdogan ha afirmado que los contactos con el encarcelado líder kurdo, Abdullah Oçalan, continuarán hasta llegar a «las metas» que se han propuesto, sin especificar más.
El mandatario turco ha explicado que Oçalan afirma tener el control de «la montaña», en alusión a la retaguardia de la guerrilla, pero ha insistido en que hay disensiones internas en el PKK en torno al proceso de diálogo.
«Si mantienen su lealtad a los principios negociados este proceso continuará. Si no es así, no podemos continuar», ha señalado, dando a entender que ya hay unos principios acordados con Oçalan.
Sobre la muerte a tiros de tres militantes kurdas este jueves en París, el primer ministro ha vuelto a apuntar la tesis de que se trató de un ajuste de cuentas interno, ya que «estas tres personas abrieron la puerta» y «no lo habrían hecho si no conocieran al asesino». También ha apuntado a que el crimen podría ser obra de alguien que quiere «sabotear» el diálogo entre Ankara y el PKK.
Erdogan, por otro lado, ha rechazado la posibilidad de ofrecer educación en kurdo, con el argumento de que puede llevar «a la división del país».