En una rueda de prensa celebrada en Bilbo, representantes del movimiento Herrira han informado de que están «muy satisfechos» por la «histórica jornada» que el pasado sábado «desbordó todas las previsiones» y reunió en Bilbo a unas de 115.000 personas en favor de los derechos de los presos y refugiados vascos.

Además del carácter «masivo» de la marcha, los convocantes –en cuyo nombre han tomado la palabra Inés Osinaga, cantante de Gose, y el escritor Juan Ibarrondo– han subrayado la pluralidad entre los participantes, lo que, a su juicio, constata que «más allá de siglas y de posiciones partidistas, una gran mayoría amplia y plural de este país desea que se ponga fin a la dispersión, a las vulneraciones de derechos en las cárceles y que se avance un proceso de soluciones y de paz».

En ese sentido, han afirmado que la manifestación va a suponer, además de «un balón de oxígeno para las personas presas y exiliadas», un impulso para superar el bloqueo actual porque ha situado «el tema de los presos en el centro del debate político, demostrando que hay una mayoría transversal que está pidiendo pasos urgentes en política penitenciaria».

«Respuesta cívica» al bloqueo

Tras remarcar que el sábado se demostró que la movilzación ciudadana es «clave» para «generar nuevos escenarios» y que la marcha fue «una gran respuesta cívica» al bloqueo, han señalado que «los primeros que tienen que tomar nota» son los gobiernos. La postura de Madrid y París «ya es indefendible a ojos de la sociedad vasca y de la sociedad internacional», pues «enrocados en el conflicto y la vulneración de los derechos humanos».

Sin embargo, el movimiento Herrira opina que no solo los gobiernos de los Estados deben sentirse aludidos, ya que la marcha ha dejado «un doble cometido» a los parlamentos de Iruñea y Gasteiz: por una parte, impulsar medidas para garantizar el respeto a los derechos humanos de toda la ciudadanía. Y por otro, han explicado, atender a «los deseos de paz y resolución» de los ciudadanos, impulsando políticas que aborden las consecuencias del conflicto, «tanto en el capítulo de las víctimas como también en el de los presos y exiliados».

Para trabajar en base a ambos objetivos, Herrira ha anunciado que esta misma mañana ha solicitado oficialmente sendas reuniones de trabajo con el lehendakari, Iñigo Urkullu, y la presidenta del Gobierno de Nafarroa, Yolanda Barcina.

«La marea humana de este sábado –han agregado– también nos pone ante un reto a todos los agentes políticos, sociales y sindicales de este país: es posible, y necesario, construir nuevos espacios por la paz y los derechos humanos, y hacerlo desde la pluralidad».

Respecto a Herrira, sus propios representantes han afirmado que su reto es «aprovechar el impulso» de la marcha del sábado y llevar «la fuerza y la ilusión a todos los pueblos, ciudades y barrios, seguir activando compromisos». En ese contexto, han precisado que han dado inicio a un «importante trabajo interno» del que darán más detalles en los próximos días.