Vecinos de la Ribera de Deustua y familiares de Yolanda González no ocultan su enfado porque a los pocos días de llevarse a cabo en ese barrio de Bilbo el acto de homenaje a la joven muerta en Madrid en 1980 -por una acción de ultraderechistas capitaneados por Emilio Hellín Moro- el Consistorio ordenase a los servicios de limpieza tapar un mural de recuerdo.
No es la primera vez que el Ayuntamiento gobernado por el jeltzale Iñaki Azkuna actúa así. Hace unos años hizo lo mismo con el pintado en Errekalde en recuerdo de otra víctima de la guerra sucia, el diputado electo de HB Josu Muguruza.
Mientras, los allegados de González Martín no ocultan su malestar por las explicaciones dadas el viernes en el Parlamento de Gasteiz por la consejera de Seguridad, Estefanía Beltrán de Heredia, quien acabó reconociendo que Hellín Moro sí impartió cursos de formación a agentes de la Ertzaintza.
Para la familia, el Ejecutivo de Lakua debe aportar más detalles de por qué se contrató al autor confeso de la muerte de la joven, ya que consideran que las explicaciones en la Cámara autonómica, a petición de EH Bildu, fueron «muy superficiales».
Por otro lado, la iniciativa impulsada por familiares, amigos y compañeros de militancia de Yolanda González a través de las redes sociales para recabar firmas exigiendo que se depuren responsabilidades en el caso destapado hace una semana por el diario ‘El País’ está cerca de conseguir los 5.000 respaldos en menos de una semana.
A pesar de los escasos medios para difundirla a la opinión pública, son muchos los ciudadanos que esperan que el ministro español de Interior dé explicaciones convincentes sobre el asunto.