El diputado general de Araba, Javier de Andrés, se ha referido en su comparecencia semanal a la petición de Nuclenor, propietaria de la central de Garoña, de solicitar un nuevo plazo que permitiría prorrogar la vida útil de la planta nuclear, que expira el próximo 6 de julio.
Ha recordado que esta misma semana tiene una comparecencia en las Juntas Generales para tratar este asunto y que ya había una fecha de cierre de la central, por lo que la petición de las empresas eléctricas propietarias de Garoña abre «un periodo de incertidumbre que genera tensión, y las vacilaciones en una materia tan sensible como esta no ayudan a que nos sintamos más seguros o a tener confianza en el proceso que se ha seguido».
Ha admitido que esa incertidumbre le «incomoda» y ha insistido en que los poderes públicos y, en concreto, el Gobierno español lo que deben hacer es «actuar buscando seguridad», y la citada incertidumbre no la aporta a su entender.
Ha dicho que está a la espera de conocer lo que decida este miércoles el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) sobre la petición de Nuclenor y ha concluido que «un año de incertidumbre» sobre lo que ocurriría con el futuro de Garoña si se acepta su petición no le tranquiliza.