Ramón Sola
Donostia

Experiencias locales difíciles en los conflictos vivos de Palestina, Sahara y Kurdistán

La última sesión de la primera jornada de la conferencia ha reunido a importantes representantes locales de Palestina, Sahara y Kurdistán, tres pueblos envueltos en graves conflictos que tratan de transformar hacia procesos de paz.

Abdallah Saleh, alcalde de Banizid al Sharkia. (Andoni CANELLADA/ARGAZKI PRESS)
Abdallah Saleh, alcalde de Banizid al Sharkia. (Andoni CANELLADA/ARGAZKI PRESS)

Palestina, Sahara y Kurdistán situaciones tan difíciles como la que ha descrito Abdallah Saleh, alcalde de Banizid al Sharkia (Palestina), que ha denunciado que las colonias israelíes próximas les impiden construir, les confiscan servicios básicos, «incluso nos echan su basura» o «construyen fábricas químicas cercanas a nuestros pueblos».

Otro tanto ocurre, en este caso por la represión, en el Sahara ocupado. El testimonio de Salek Baba, gobernador de una región saharaui, ha destacado que una de sus misiones actuales es tratar de calmar a los jóvenes que se impacientan por la falta de cumplimiento de la legalidad internacional, «porque sabemos que fracaso significa retorno a las hostilidades». Al mismo tiempo, intentan «incentivar la lucha política por los derechos en los territorios ocupados, donde hay 150.000 soldados marroquíes».

Osman Baydemir, alcalde de Diyarbakir, capital del Kurdistán Norte, era el interviniente de más rango en esta mesa de trabajo. Ha aportado datos generales sobre este pueblo de 40 millones de personas dividido entre cuatro estados ajenos y que ha perdido ya 40.000 vidas por el conflicto, de ellas 17.000 civiles. Pese a ello, incide en que se hace política local, y que los dirigentes kurdos han logrado dar a sus pueblos servicios básicos en estos diez últimos años que Turquía no había conseguido en 80. Ha arrancado aplausos del público con su reconocimiento de los derechos de la mujer, asegurando que la próxima alcaldesa, su sucesora, será una mujer y que «su libertad será la libertad de nuestra sociedad».