Ramón SOLA
DONOSTIA

El PSE saluda y EH Bildu critica el nuevo Plan de Paz

Las novedades introducidas por Lakua en el Plan de Paz -el borrador se presentó en junio y ayer se aprobó el documento definitivo- no solo han sido de forma, sino que han modificado el centro de gravedad del texto.

Lo constatan las reacciones producidas ayer. Mientras Patxi López, secretario general del PSE, saludaba que «ha sido modificado en la buena dirección», para EH Bildu «su mirada peca de un grave desequilibrio. Por mucho que el lehendakari intente vender lo contrario, se centra casi en exclusiva en ETA y es patente la discriminación respecto a otras violencias y otras víctimas».

Pese a que el secretario de Paz y Convivencia de Lakua y cara visible de este plan, Jonan Fernández, pidió el viernes que no se hicieran lecturas de este tipo, Patxi López no pudo evitar ayer reconocer su satisfacción al ver que «se ha modificado en algo que decíamos los socialistas y otras fuerzas políticas». Aludía obviamente al llamado «suelo ético». Para el líder del PSE, su inclusión era imprescindible porque «uno tiene que partir, cuando quiere hablar de paz y de convivencia en este país, de unos mínimos éticos que lo definan».

Paradójicamente, el PSE abandonó en setiembre la ponencia parlamentaria sobre este mismo tema en Gasteiz, en la que han quedado solos PNV y EH Bildu. Solo han celebrado después una reunión para ratificar su continuidad, pero en la práctica está en vía muerta. El portazo del PSE se interpretó como una maniobra para marcar el terreno al PNV y presionar a EH Bildu. Habrá que ver si ahora, tras la modificación del Plan de Paz concedida por Lakua, vuelve al foro.

«Se dan por buenas vulneraciones»

Por contra, para EH Bildu con el remozado plan «el Gobierno vasco ha perdido la oportunidad». Su parlamentario Julen Arzuaga considera que ahora «mira todavía más hacia atrás» y lo hace «con grave desequilibrio, ya que en vez de buscar una memoria basada en la verdad y la justicia obvia las responsabilidades de determinadas instancias y evita aludir a la necesidad de reconocimiento del daño que han causado».

En lo relativo al «suelo ético», Arzuaga ve evidente que «Urkullu y el PNV se han plegado a las exigencias de PP y PSE al objeto de hacer una lectura parcial del pasado». Añade que «es cinismo puro y duro» que Andoni Ortuzar les acuse de «no querer abordar y completar ese `suelo ético'. Habría que recordar que EH Bildu hizo aportaciones constructivas y que fue precisamente el PNV el que impidió debatir al respecto».

Junto a todo ello, EH Bildu alerta de que el Plan obvia que «Euskal Herria no vive un escenario de paz porque los poderes del Estado siguen vulnerando derechos fundamentales». «No plantea mecanismos para dar la vuelta a la situación y deja en segundo plano esas vulneraciones, sin mostrar voluntad ninguna de hacerles frente», añade.