La coalición soberanista anunció su decisión ayer en Bilbo, en una comparecencia ante los medios de comunicación a puertas de un lugar emblemático: la Bolsa. La parlamentaria Marian Beitialarrangoitia explicó que ha pasado una semana desde que se reunieran con el Ejecutivo, al que pusieron sobre la mesa «bases que consideramos indispensables para responder a la situación de emergencia que vivimos», y «no se nos ha dado respuesta». Apuntó que esta situación ha llevado a la coalición a dar un nuevo paso, porque Lakua mantiene la apuesta por políticas ya exploradas y de demostrada ineficacia para las personas, a la luz de datos como los del paro y los índices de pobreza.
«Difícilmente un presupuesto que hace seguidismo de las políticas de austeridad del Gobierno español, que siguiendo sin rechistar los dictados de los mercados, profundiza en recortes en ámbitos básicos como la educación o la sanidad, que insiste en mermar el poder adquisitivo de los empleados públicos, es lo que necesita Euskal Herria para superar la crisis», señaló, para añadir que las personas no están en el centro de unas cuentas que destinan «más de la mitad de su inversión al tren de alta velocidad, mientras reducen el peso de las políticas sociales».
Insistió en que en contraposición al «modelo caduco», EH Bildu defiende «un giro de 180 grados» y cita dos pilares básicos sobre los que cimentar un nuevo modelo: la defensa de los derechos sociales conquistados por la clase trabajadora y la apuesta por el liderazgo del sector público. La coalición independentista subraya que en el presupuesto debe haber una apuesta por un sistema de Educación propio y público, por un modelo socioeconómico compatible con la preservación del medio ambiente y una apuesta para emprender un camino propio. «Necesitamos políticas que partan y tengan como meta el bienestar de la ciudadanía, que se atrevan a definir cuánto y cómo queremos pagar nuestra deuda, cuándo y cómo recaudar para hacer frente a los retos que nos vayamos marcando», concluyó.