«Después de consultarlo con varias partes, he enviado el decreto real para pedir la disolución del Parlamento», ha indicado la primera ministra de Tailandia, Yingluck Shinawatra, durante un discurso emitido por televisión.
«Con este escenario, cuando hay muchas personas de diferentes grupos que se oponen al Gobierno el mejor camino es devolver el poder a los tailandeses y celebrar elecciones», ha explicado la primera ministra al pedir «que los tailandeses decidan».
El Partido Demócrata, que el sábado decidió abandonar en bloque sus asientos en el Parlamento y ayer se unió a las protestas en las calles de Bangkok, ha comentado que no aceptarán a Yingluck como regente hasta la celebración de elecciones.
Al menos nueve columnas de manifestantes partieron de varios campamentos esparcidos por Bangkok en un día que los antigubernamentales han bautizado como la «batalla final» contra la corrupción del «régimen Thaksin».
Entre los planes de los antigubernamentales no se concibe acudir a las urnas bajo el actual modelo de elecciones que denuncian está viciado por la compra de votos y en un escenario en el que sería casi segura su derrota.
La principal demanda de los antigubernamentales es la de invocar el artículo 7 de la Constitución para que el rey de Tailandia, el octogenario Bhumibol Adulyadej, designe al próximo jefe del Gobierno sin pasar por las urnas.
Este «consejo popular» no electo acometería una serie de reformas políticas, como la descentralización del poder del Estado y la reforma de la Policía, entre otras, antes de volver a convocar un referendo que devolviera la iniciativa a la voluntad popular.
Los grupos que lideran las movilizaciones acusan a la actual primera ministra de corrupción y ser un títere de su hermano mayor, el depuesto jefe del Ejecutivo Thaksin Shinawatra, quien según los opositores gobierna desde su exilio en Dubai, donde evita una condena de dos años de prisión por corrupción.
«Bangkok será paralizado. Preparados para pasar la noche en las calles. No nos iremos a casa hasta que todo termine», ha declarado el líder de las protestas, el ex viceprimer ministro, Suthep Thaugsuban.
Suthep, sobre quien pesan dos órdenes de arresto por destrucción de la propiedad pública y sedición, lidera una de la columnas con dirección a la Casa del Gobierno para ocuparla de forma pacífica.
El líder insurrecto ha rechazado la oferta de las urnas al no ser su «objetivo» ya que tras la celebración de las elecciones «el régimen de Thaksin todavía se mantendrá» y ha asegurado que seguirán luchando en las calles, según reportan varios medios locales.
Tailandia arrastra una grave crisis política desde el 2006 con frecuentes manifestaciones y protestas callejeras que buscan paralizar al Gobierno de turno.