En una entrevista concedida a RNE, recogida por Europa Press, Sémper ha afirmado que le llama la atención algunas de las reacciones que se han mantenido ante el operativo de la Guardia Civil y ha considerado que «es la consecuencia lógica ante la persistencia de ETA en no disolverse» y en «seguir controlando a los presos y utilizándolo como un ‘frente de makos’».

A su juicio, «es una obviedad que esta operación refuerza que ETA está acabada» y se irá «asistiendo progresivamente a su descomposición». «Y si no se disuelve, el Estado de Derecho, como es lógico, disolverá a la banda terrorista», ha añadido.

Tras desvincular el operativo de la comparecencia de expresos en Durango el pasado sábado, ha recordado que estas operaciones «son mucho más complejas y se desarrollan a lo largo del tiempo, y se actúa cuando criterios policiales así lo deciden».

El representante del PP ha señalado que a cualquiera le preocupa que la información sobre el operativo se diera antes de que se procediera a las detenciones. «Preocupa que se produzcan determinadas faltas de coordinación porque no es positivo, pero también me daría mucha pena que una operación de esta envergadura, de estas características quedara manchada o en un segundo plano por un problema de coordinación. Espero y confío en que no haya tenido ninguna consecuencia», ha apuntado.

En este sentido, ha considerado que ha sido «un exceso de celo a la hora de comunicar una operación policial». «Siendo un error que no debe volver a producirse, son mucho más importantes las consecuencias reales y prácticas de la operación, y es que hoy ETA tiene menos capacidad de control sobre el colectivo de presos de ETA, sobre lo que ellos llaman ‘el frente de makos’, y eso va en la dirección para acabar definitivamente con las pocas estructuras operativas, en este caso de control de presos que le queda a la banda terrorista», ha añadido.

Manifestación de Tantaz Tanta

Sémper se ha referido también a la manifestación que se celebrará en Bilbo el próximo sábado y ha asegurado que esto «es una especie de akelarre al que nos tiene muy acostumbrados la izquierda abertzale».

En este sentido, ha subrayado que «son los que son y no van a ser más el sábado de los que han sido en el pasado, y gritan al viento, porque le puedo asegurar que la mayoría social vasca se muestra indiferente ante ese tipo de manifestaciones por mucho que griten y por mucho que levanten la voz».