En una concentración que se ha celebrado en las escalinatas del Consistorio bilbaino, en el último llamamiento público a acudir a la movilización del sábado, desde la dinámica se ha animado a la sociedad vasca a no desviarse «de nuestro camino y seguir trabajando por los derechos humanos y la paz».
En nombre de las 4.300 gotas que conforman ya esta iniciativa, Susana Vélez y Amets Martínez han incidido en que no es tiempo de detenciones, sino de soluciones, por lo que han pedido la puesta en libertad inmediata de los ocho arrestados.
«Este sábado –han añadido-, vamos a convertir la tristeza, la preocupacion y la rabia que ahora sentimos en decenas de miles de gotas por la esperanza, las soluciones y el futuro».
En su opinión, la nueva operación de la Guardia Civil pretende hacer olvidar que es la dispersión carcelaria «el punto débil de los gobiernos, porque no tienen razones para mantenerla, y por eso, a la desesperada, tratan de poner fotos de guerra delante de una sociedad que quiere caminar hacia la paz». Por ello, la necesidad de que la movilización del sábado sea «una respuesta contundente, inapelable», exigiendo el regreso de los prisiones a Euskal Herria.
Vélez y Martínez, encabezando a las alrededor de 150 gotas que se han dado cita ante la casa consistorial bilbaina, han manifestado que ha llegado la hora que la ciudadanía tome el mando, «si la clase política no soluciona los problemas».
«Por encima de ideologías e intereses particulares, es el momento –han enfatizado ante los numerosos medios de comunicación que han acudido a la cita– de salir a la calle y decirles que estamos aquí, que los vascos y vascas no compramos su maquinaria de guerra, que queremos la paz, y que queremos una sociedad sin vencedores ni vencidos».