El fuerte oleaje ha destrozado varios tramos del muro de hormigón que protege el puerto pesquero y deportivo de Bermeo.
Una de las partes del espigón que se ha venido abajo por la fuerza del mar ha dejado desprotegidas varias de las lonjas donde los pescadores guardan sus aparejos, que se han visto completamente anegadas.
La alcaldesa de la localidad, Idurre Bideguren, ha advertido de la importancia de que «los diques estén rotos en diferentes tramos». «Las puertas está abiertas al pueblo y puede causar más daños», ha dicho.
Para intentar evitarlo, los operarios municipales intentaban, esta mañana, levantar una escollera con los restos de piedras procedentes de los destrozos del espigón, para minimizar los posibles efectos adversos cuando el agua alcance su nivel más alto.
Los daños del temporal han sido «tremendos» sobre todo a las instalaciones del puerto, según Bideguren.
El mar ha golpeado con intensidad las lonjas de los marineros, los pantalanes, donde se han hundido tres embarcaciones, y también ha causado desperfectos también en la playa de Aritxatxu y la zona de San Juan de Gaztelugatxe.
La alcaldesa ha analizado que el agua del mar ha entrado también en comercios y bares del puerto pero, como ya habían tomado medidas de prevención como la colocación de tablas en las fachadas, los daños no han sido menores y «algunos, incluso, han sido capaces de abrir hoy después de limpiar».