Los disturbios que se han registrado hoy en el centro de Kiev han dejado al menos trece muertos, según un portavoz policial de la capital ucraniana. Siete de los fallecidos son civiles, entre los que figurarían varios manifestantes, y seis son efectivos del Ministerio del Interior.
Los enfrentamientos se han destatado en la calle Grushevki, cuando la Policía ha intentado impedir el paso de una marcha multitudinaria convocada por la oposición para demandar que se restituya la Constitución de 2004 para recuperar el sistema presidencial-parlamentario.
Poco antes, los manifestantes habían tomado la Casa de los Oficiales del Ministerio de Defensa en la misma calle, y han intentado tomar el edificio del Ministerio de Sanidad y el Ayuntamiento.
Posteriormente, grupos de manifestantes enmascarados, ataviados con cascos y armados con bates y palos de madera, han derribado la puerta de la sede del partido gobernante, han accedido a su patio interior y han lanzado varios cócteles molotov, que han provocado el incendio en la planta baja.
Según el diario digital ‘Ukraínskaya Pravda’, el incendio se ha declarado después de que los manifestantes obligaran a las mujeres que trabajan en las oficinas del partido del presidente, Víctor Yanukóvich, a evacuar el inmueble.
Los asaltantes han quemado un coche aparcado en el patio, han subido al primer piso de la oficina del PR, y han requisado un gran número de documentos, parte de los cuales han sido quemados en el mismo edificio.
Seguidamente, a la céntrica calle Líptskaya, donde se encuentra el edificio, han llegado efectivos antidisturbios apoyados por partidarios del partido oficialista, que han comenzado a dispersar a los opositores concentrados en la zona.
Manifestantes y antidisturbios han protagonizado en Kiev los primeros choques violentos desde fines de enero pasado, que derivó en la dimisión del Gobierno en pleno.