«Han cruzado los límites cuando llamaron a la gente a las armas. Y eso es una clamorosa violación de la ley. Y los criminales deben comparecer ante la Justicia, que determinará su castigo. No es un capricho mío, es mi obligación como garante de la Constitución», ha dicho el líder ucraniano tras reunirse en la madrugada con los líderes de la oposición parlamentaria.

Yanukovich ha exigido a los dirigentes de los tres partidos opositores, al frente de las multitudinarias protestas populares que vive Ucrania desde hace tres meses, que renieguen inmediatamente de los «radicales» que han provocado los graves disturbios que continúan en el centro de Kiev, con al menos 25 muertos en las últimas 24 horas.

«O en caso contrario, si no quieren irse, que reconozcan que respaldan a los radicales. Entonces hablaremos con ellos de otra forma», ha aseverado el presidente ucraniano.

Al mismo tiempo, Yanukovich ha exigido a los manifestantes más violentos que depongan las armas y se entreguen a las fuerzas del orden, según un comunicado firmado por la ministra de Justicia en funciones, Elena Lukash.

«Es obligación de la oposición llamar a todos los radicales responsables del derramamiento de sangre a que pongan fin a la resistencia», ha subrayado la ministra interina.

Lukash ha recordado que aunque los líderes de la oposición se han reunidp en la madrugada con el presidente para pedirle que retire a las fuerzas antidisturbios de la plaza de la Independencia (conocida como el Maidan), «fueron ellos los que llamaron a los ciudadanos a la movilización para luchar y resistir».

«Se escucharon llamamientos a tomar las armas. Muchas personas respondieron a esos llamamientos», ha recalcado la ministra.

A su vez, el líder de Batkivshina, Arseni Yatseniuk, ha asegurado al término de la reunión con Yanukovich que el presidente le ha ofrecido «una rendición de facto y el abandono del Maidan».

«Seguiremos con la gente», ha dicho el número uno del principal partido de la oposición, que ha aclarado que la oposición ha pedido al presidente «una tregua inmediata y la retirada de las tropas para salvaguardar vidas».

Por su parte, el líder del partido UDAR, Vitali Klitshko, se ha quejado de que el presidente «ha reaccionado de forma inadecuada a la situación» al acusar a la oposición de llamar a los manifestantes a las armas.

Klitshko ha asegurado no entender a qué armas se refiere Yanukovich y ha denunciado que han sido las fuerzas del orden las que abrieron fuego contra los manifestantes.

No obstante, Yanukovich ha reiterado su oferta de diálogo a los líderes de las tres formaciones parlamentarias en el Parlamento -Batkivshina, UDAR y Svoboda- aunque con la condición de que cumplan sus exigencias sobre el fin de la violencia.

«Ya no podemos devolver a los muertos. Ya hemos pagado un precio muy alto por las ambiciones de aquellos que aspiran al poder. Pero para que ese precio no sea aún más alto, hago un llamamiento a la cordura. Hay que sentarse en la mesa de negociaciones para salvar Ucrania», cita al presidente el comunicado publicado en la web de su administración.