Arzuaga, a través de un comunicado, se ha felicitado por la decisión del Ejecutivo autonómico de encargar un informe sobre tortura, dado que considera que todas las iniciativas que buscan «desnudar la realidad de los malos tratos» son positivas.
En su opinión, el estudio que se elaborará a instancias del gabinete de Iñigo Urkullu «interpela directamente a instancias concretas para el reconocimiento del daño causado».
El informe, según ha dicho, «va en la buena dirección para el cumplimiento de los principios de verdad, justicia y memoria». «Ayudará a completar ciertos relatos parciales e interesados», ha explicado Arzuaga.
A su juicio, este trabajo deberá tomar en consideración diferentes épocas y contextos políticos, así como abarcar la labor de «todos los cuerpos de seguridad».
Arzuaga ha advertido de que el informe «tendrá que visualizar e identificar las responsabilidades, también las políticas, ya que sus responsables tienen nombres y apellidos». Además, considera que el estudio deberá señalar los posibles mecanismos de control que pueden establecerse para «impedir para siempre» la práctica de la tortura.