En relación con este suceso, el conseller de Interior, Ramon Espadaler, tiene previsto reunirse hoy con Prat y altos cargos de los Mossos para recabar información sobre lo sucedido, según fuentes policiales.
Los hechos ocurrieron hacia las 18.22 de ayer en la Plaça Molina de Barcelona, cuando los agentes fueron requeridos por la presencia de un hombre que estaba causando molestias a los clientes, por lo que desplazaron hasta el lugar una patrulla con dos agentes.
«Una vez allí, y al comprobar que el hombre mantenía una actitud exaltada, se ha negado a colaborar con su identificación y se ha mostrado en todo momento hostil, los agentes han pedido refuerzos y han procedido a esposarlo», según el relato de los Mossos.
Al observar que no se encontraba bien, los siete agentes que participaron en el operativo trataron de reanimar al detenido, con la participación también de terceras personas, una operación que ha prosiguió con la llegada del Sistema de Emergencias Médicas (SEM), y aunque el hombre fue trasladado hasta un centro sanitario, finalmente falleció.