«La operación de castigo en el sureste de Ucrania sumirá al país en un conflicto mortal entre hermanos», ha señalado Lavrov en una conversación telefónica con Kerry, según informan las agencias rusas.
Lavrov, quien ha acusado a Kiev de «declarar la guerra a su propio pueblo», ha subrayado que el cese de la operación lanzada por Kiev y el repliegue de las tropas debe ser «inmediato». Ucrania inició en la madrugada del viernes una ofensiva para retomar el control sobre dos localidades en la región minera de Donetsk: Slaviansk y Kramatorsk.
El jefe de la diplomacia de Moscú ha solicitado la puesta en libertad de los participantes en las protestas prorrusas, en línea con la amnistía estipulada por los acuerdos de Ginebra. Al respecto, ha destacado la importancia de aprovechar al máximo el potencial mediador de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) para garantizar el cumplimiento de esos acuerdos, lograr reducir la tensión y abrir un diálogo nacional en Ucrania, en particular sobre reforma constitucional.
«Aún hay posibilidades, con la condición de que haya presencia en este proceso de representantes de todas las regiones y de que se ate en corto a los terroristas del Sector de Derechas que organizaron una sangrienta carnicería en Odessa», ha remarcado.