«Nos han dicho que ha sido un error, pero que en cualquier caso era mejor que no nos volviéramos a acercar», ha explicado a Efe uno de los informadores que a primera hora de la mañana, y protegidos con casco y chaleco, estaban sentados frente al edificio.
El Ejército israelí bombardea desde hace quince días por tierra, mar y aire, y sin pausa, Gaza, donde ha matado ya ha más de 580 palestinos -entre ellos un periodista local- y causado heridas a más de 3.300 personas, en su mayoría civiles.
Además, ha bombardeado cerca de 300 inmuebles civiles y viviendas particulares, dos hospitales y al menos una mezquita, pese a las exigencias de la ley humanitaria internacional sobre la protección de civiles en lugares de conflicto.
Anoche, destruyó por completo la mezquita de los Mártires de Al Aqsa, levantada en el centro de Gaza tras la segunda intifada, pocas horas antes de que los fieles se dirigieran a ella para el primer rezo del día.