Además de para sacar a casi dos millones de catalanes a la calle, la celebración de la Diada del jueves pasado sirvió a la Assemblea Nacional Catalana (ANC) para dar por terminada la campaña ‘Firma un voto por la independencia’, con la cual han conseguido 750.000 peticiones individuales para que los partidos catalanes hagan todo lo que puedan para convocar la consulta o para que, en caso de que resulte imposible, declaren la independencia unilateralmente.
La propia presidenta del Parlament, Núria de Gispert, ha sido la encargada de recibir las firmas de mano de la presidenta de la ANC, Carme Forcadell, quien ha aprovechado para recordar que «la Assemblea no dará ni un paso atrás hasta conseguir la independencia de Catalunya». También ha participado en la entrega de firmas el vicepresidente de la Associació de Municipis per la Independència (AMI), entidad que ha colaborado con la ANC a lo largo de la campaña.
Bastante más que una recogida de firmas habitual, la campaña se basa en el derecho de petición, una figura jurídica reconocida tanto por el derecho internacional como por la Constitución española y el Estatut catalán. Se trata del derecho que todo ciudadano tiene de dirigirse a sus representantes políticos para trasladarles una petición concreta, sin ningún tipo de condicionantes.
En el caso de la campaña de la ANC, la petición firmada en los últimos meses por 750.000 catalanes consta de dos puntos. Con el primero, el firmante reclama al Parlament que «lleve a cabo todas las iniciativas políticas para que se pueda celebrar una consulta democráticamente y políticamente vinculante».
El segundo punto dice así: «En el suspuesto de que el Estado español no permita, impida o dilate la celebración de una consulta democrática o unas elecciones plebiscitarias, o no reconozca los resultados, quiero que esta petición sea una manifestación libre de mi voluntad favorable (voto) para que los representantes electos del pueblo de Catalunya declaren la independencia».