Dignidad y Justicia denuncia que en dicho vídeo se equipara «en tono burlesco y de mofa» al PP con ETA, y que «la escenografía utilizada es la propia de los comunicados audiovisuales de dicha organización terrorista».
Consideran que se trata de un vídeo «claramente constitutivo de una humillación, vejación, descrédito, menoscabo y escarnio a las víctimas del terrorismo y sus familiares, castigado en el artículo 578 del Código Penal», por lo que solicitan al Juzgado que «autorice las diligencias previas a fin de investigar y esclarecer los hechos acontecidos».
Destacan también que en el vídeo se hace referencia a «otros partidos políticos democráticos en cuyas filas hay familiares y víctimas de la organización terrorista ETA, a los que se equipara con Batasuna o EH Bildu, formaciones políticas integradas por sujetos condenados por su pertenencia o colaboración con la banda armada».
Dignidad y Justicia se refiere también a la alocución llevada a cabo por el encapuchado, en la que comenta que dicho partido «viene a cesar la actividad armada y entregar las armas». «Cualquier comentario feote sobre el PP será considerado reabrir las heridas y remover el pasado» o «para completar el proceso de desmantelamiento de la banda exigimos el acercamiento de presos y presas populares a Andorra o a algún sitio en el que se coma bien».
La asociación considera que el contenido del video supone una «clara ofensa y humillación a las víctimas del terrorismo y sus familiares por cuanto la representación y las manifestaciones contenidas en el mismo traspasan los límites de lo que está amparado por la libertad de expresión de lo que supone un ataque y desprecio a las víctimas del terrorismo».
A su juicio, su contenido supone «una banalización de las acciones terroristas llevadas a cabo por ETA durante más de sesenta años así como de los más de ochocientos muertos y miles de heridos causados en las mismas, sin el más mínimo respeto a estas víctimas y sus familiares, equiparándolas incluso a los terroristas».