La tarde-noche del sábado debía de ser la prolongación de la fiesta que la radio libre Txapa Irratia celebraba en Bergara por su veinticinco aniversario. Pero estas «cosas» de la vida, que nunca se entienden, se cruzaron en el destino de Jul Bolinaga –guitarra de los míticos y siempre admirado RIP– quien se desplomaba en plena actuación en el gaztetxe alrededor de las 19.30 mientras actuaba con su banda, The Potes. Jul hubiese cumplido en febrero cincuenta años.
Nada se pudo hacer por patear el destino, así que el chico de la guitarra caída, del acorde punk, unía su tiempo al de Portu y Mahoma, también componentes de RIP y fallecidos con anterioridad. Es posible que Jul ni siquiera supiera que el mítico ‘No te muevas’, su primer y único álbum de estudio, acababa de reeditarse en vinilo bajo la tutela de G.B.R, Guns of Brixton.
Es posible que no supiera que el bilbaino Roberto Ortega escribía, bajo un excelente trabajo de documentación, un fanzine dedicado a RIP de veinte páginas. Ortega asimismo prepara la edición de un libro sobre la banda.
De otra parte, la familia ha decido que no haya funeral, pero este lunes entre las 16.00 y las 19.00 estarán en el tanatorio de Arrasate recibiendo a todos aquellos que deseen pasar, y sin cuerpo presente. Amigos de Jul preparan un homenaje aún pendiente de concretar. El martes a las 18.00 habrá un acto de despedida en el Parque Monterron, donde hablarán amigos y familiares, con la posibilidad de que se toque alguna canción. Asimismo amigos de Jul ya preparan un futuro homenaje.
De momento su cuerpo se encuentra en el Instituto Anatómico Forense de Donostia, donde debe de procederse a realizar la correspondiente autopsia.
De la orquesta a The Potes
El interés por la música de Jul, como el de su hermano Txerra, se inicia de jovenzuelo tocando en la orquesta de Arrasate. Txerra al trombón de varas, él la trompa. Con el paso de los años Deep Purple y Dr. Feelgood, entre otros grupos, comienzan a filtrase en su cabeza, el rock recorre cada artería, cada paso de los hermanos. El cambio deviene irreversiblemente.
Con unos pequeños ahorros se compra una guitarra de tercera, suficiente para el rock. De estos primeros años surge Akei, que ensaya en una droguería de Zarugalde, la calle donde nacieron los hermanos.
A finales de los setenta cambian el nombre por Doble Cero, en honor a un tipo de hachís. Allí están Jul, Portu y Txerra, ya ensayando en un viejo baserri. Mallabi se encargaría de las voces, hasta que la mili y la voz de Carlos ‘Mahoma’ completan el círculo. De las versiones a las composiciones propias, y del rock al punk-rock.
Desde el inicio de los ochenta RIP toma la cabecera del punk, a tal punto que en las votaciones del diario ‘Egin’, realizadas para cada herrialde de Hego Euskal Herria, en Gipuzkoa salen ellos como la banda más votada, lo que conlleva una actuación en Mendizorrotza el 21 de enero del 83 junto a Hertzainak, Zarama y Barricada.
La primera canción que publica RIP será en un recopilatorio editado por el fanzine californiano ‘Maximun Rock and Roll’, la Biblia del punk en EEUU. En aquel vinilo, ‘Wellcome to 1984’, aparecen con ‘Antimilitar’, una de las canciones más abrasivas de todo el repertorio del grupo y que cantaba un electrizado Portu.
De enero del 84 se pasa a junio del mismo año, donde por fin plasman ‘Antimilitar’, ‘Kaos’, ‘Brigada Criminal’ y ‘No hay futuro’, cuatro de las canciones más emblemáticas de toda su historia. El maxi se titula ‘Zen’, lo edita el sello madrileño Spansuls, y lo comparten con Eskorbuto.
Cuesta explicar por qué no cuentan en breve con su álbum debut dada la repercusión del grupo y las decenas y decenas de conciertos que caen cada año, pero su estreno no llega hasta agosto de 1987 con “No te muevas”, publicado por el sello Basati Diskak y gracias al empeño de un buen amigo del grupo, el donostiarra Javier Sayés, un gran tipo que siempre les apoyó desde su influyente fanzine ‘Destruye’.
Más y más directos, ruptura, reagrupación, disco en vivo, disco pirata… y recuerdos, muchos recuerdos. Y Jul en activo década tras década mediante proyectos como Carrocerías Betoño, Los Siete Magníficos y Amigos (con versiones de los Clash), The Kagas, The Meas, en ambos casos junto a Evaristo, Txapelpunk, Piztu Punk… y The Potes, orientados hacia el sonido de sus admirados The Pogues.
Queda, además, la imagen de su pose hermética tocando la guitarra, con el tronco tirado un poco hacia atrás, y con las seis cuerdas casi en los muslos. También su participación en el excelente documental ‘RIP 25 años de historia viva del punk’, realizado por Iker Barandiaran e Iban Toledo.
Y resta su humanidad, lo afable que era, lo discreto, su humildad.