El acto convocado por EH Bildu ayer en el BEC tenía como objetivo principal el lanzamiento masivo de su vía hacia la independencia, Euskal Bidea, pero en realidad fue bastante más. Por ejemplo, el mayor mitin político de estos últimos años, aunque no llegara a completar la inmensidad del BEC (se ocuparon algo más de 7.000 de sus 10.000 asientos). También se convirtió en punto de partida para las próximas elecciones, especialmente en Nafarroa, estación clave y primera del camino trazado por EH Bildu. Trajo consigo igualmente la confirmación oficial de que la coalición se configurará como un frente amplio. Y, cómo no, dio ocasión de expresar un respaldo masivo a reivindicaciones como el retorno a sus casas de los presos o la devolución de los derechos sociales machacados estos últimos años.
Todo eso quedó condensado en el mensaje final de Hasier Arraiz, pero la situación navarra dio más actualidad a la intervención previa de Adolfo Araiz, candidato de EH en Nafarroa y presentado como «el próximo presidente». Su mensaje fue caldeado previamente con un vídeo que reflejaba el hundimiento del régimen y la lucha social que lo ha acelerado (con imágenes ovacionadas como la ikurriña gigante de los arrantzales en el chupinazo sanferminero o el rifirrafe entre el diputado Sabino Cuadra y la Policía en una huelga general). Una animosa jota y un saludo cariñoso que aludía a la procedencia del candidato («Si gana Tafalla, gana Euskal Herria») dieron paso a Araiz, que enumeró el pisoteo de los derechos ciudadanos, los ataques a la cultura y lengua propias, la demolición de los servicios públicos («el comunal del siglo XXI»), la corrupción...
«La sociedad navarra está harta del `ordeno y mando' de Barcina o de su escudero Esparza, está harta de Jiménez o Chivite. El verdadero poder de decisión es de la ciudadanía y no de los banqueros ni de ninguna élite -remarcó el cabeza de lista de EH Bildu-. Y que lo tengan claro: no `vienen los vascos', porque lo que viene es de-mo-cra-cia, que es lo que de verdad les da miedo: que el pueblo decida».
El modo en que fue recibido Adolfo Araiz dejó patente la ilusión que despierta la posibilidad de derrotar al régimen liderado por UPN. El candidato admitió que para la coalición Euskal Bidea empieza en este punto, en mayo. De hecho, en la pantalla se reflejó una cuenta atrás para la caída de UPN, con un reloj que iba restando días hasta pararse en el número 78. Pero más allá de ello, Araiz recordó que EH Bildu tiene una propuesta «para que la sociedad navarra decida en los próximos años. No para mañana, sino para los próximos años, para la Navarra del siglo XXI. Les emplazo a las fuerzas del régimen a que acepten este órdago y digan que van a aceptar las decisiones que tome la ciudadanía navarra. Que no se escondan en la sacrosanta Constitución, ni en sus tribunales», reclamó.
Arraiz: «Lo haremos»
El evento no solo tuvo novedades en contenido, sino más aún quizás en la forma. Una plaza levantada en el centro del escenario fue el lugar en que se representó qué es Euskal Bidea. La narración se articuló en cuatro bloques. El primero, ``Jendea'', hilaba con el último, ``Urratsak'', dado que EH Bildu planteaba el acto como un modo de sumar a todos los asistentes a esta dinámica, al igual que va haciendo en torno a la fórmula de miles de cafés compartidos. Entre medio, otros dos bloques, ``Iluntasuna'' y ``Argia'', resumían las sombras y las luces, los obstáculos y las oportunidades.
Como hizo ya en Ficoba, Hasier Arraiz aludió a los vientos de cambio que recorren Europa. Ve una situación muy propicia, y sobre todo confía en la ciudadanía vasca. Explicó por qué: «En las condiciones más difíciles, os he visto hacer las cosas más increíbles. Cuando parecía que ya no quedaba nadie, alguna se levantaba, y otro, y otra, y otra más, y volvíamos a demostrar que aquí hay un pueblo que no se resigna a que le impongan qué tiene que ser y cómo tiene que vivir».
«Lo hemos hecho, una y otra vez, desde el 36 hasta hoy mismo -siguió Arraiz, en uno de los pasajes más emotivos del acto-. Y estoy convencido de que seguimos siendo capaces de hacerlo. Tenemos ante nuestros ojos las mejores condiciones objetivas que han existido nunca, en nuestro país, para conseguir la independencia. Solo dependemos de nuestras propias fuerzas. Y si alguien se lo está preguntando, se lo voy a responder ahora mismo: Sí, por encima de sus leyes injustas, este pueblo solo será lo que él decida».
Se acogió con aplausos la referencia a Pepe Mujica, el expresidente uruguayo. Arraiz tomó una de sus frases: «He visto hombres y mujeres capaces de entregar la vida por un sueño, y eso no se compra, porque eso no se vende». «Yo también he conocido hombres y mujeres así, Pepe -explicó el parlamentario de EH Bildu y presidente de Sortu-. Y mientras existan tenemos todas las garantías, Euskal Herria no se vende».
La referencia de Mujica sirvió para introducir otra cuestión, esbozada estos meses pero confirmada ayer ante los miles de asistentes al BEC: «Queremos poner en vuestras manos un nuevo proyecto: el frente amplio. Sortu, EA, Aralar y Alternatiba queremos dar un gran paso adelante junto a todos vosotros. Desde este junio hasta junio del próximo año, nos damos plazo para inventar, soñar, crear y construir el frente amplio de los soberanistas e independentistas de izquierda».
Otegi, consejos y sonrisa
Antes de que Arraiz cerrara el mitin, otra ovación recibió las palabras remitidas por Arnaldo Otegi desde la prisión de Logroño, que se proyectaron en una pantalla. Se trata del mensaje que ya se conoció entre semana y en el que de modo esquemático el líder preso enuncia varias ideas. Habla Otegi de «dar pasos» hacia adelante siempre con contraste, debate y acuerdo, de «hacer sitio al compañero de viaje», de «seducir»... Una hoja de ruta simple para «liberar Euskal Herria», concluye.
Las últimas palabras no fueron suyas esta vez, sino que se pintaron en el escenario como lema que no conviene olvidar: «Irri egin, irabaziko dugu!» («Sonreid, vamos a ganar»).
La juventud vasca
En la casa levantada en la plaza del escenario se fueron sucediendo durante la tarde diferentes reivindicaciones, a través telas colgadas en sus balcones, como la banderola por la repatriación de los presos o el símbolo feminista, en víspera de este 8 de marzo. Y mujer y joven -y también navarra-es Garazi Labiano, que abrió el mitin.
Habló de la importancia de poner a los jóvenes y las mujeres en el centro del cambio político que plantea Euskal Bidea. Puso énfasis en que la juventud vasca ya ha decidido: «Nos vamos. Tenemos claro que nos vamos de estos estados español y francés que nos oprimen. Nos vamos del capitalismo». También remarcó Garazi Labiano la necesidad de «soñar», sin duda la palabra más repetida en el acto, con la de «independencia». Y propuso ser «mariposas de colores» en perpetua metamorfosis para ganar el futuro poco a poco. Poesía no faltó en el BEC, la prosa la pondrá el camino.
Irrintziak hasieran, «independentzia!» bukaeran
Ikaragarrizko tamaina du BEC aretoak, eta erronka handia jarria zion bere buruari, beraz, EH Bilduk. Ez zen goraino bete, baina itxura polita hartu zuten harmailek. Eta ekitaldia hasi aurretik giroa berotzeko ardura ere hartu zuten bildutakoek. Irrintzi txapelketa inprobisatu batek aurrea hartu zien hizlariei. Harmaila batetik bestera antzinako erara elkar agurtzen aritu ziren, barre algarak eta txaloak eraginez.
Laster heldu ziren «independentzia!» oihuak, ozen, bai eta «euskal presoak etxera» aldarrikatzen zutenak ere. Adorez eta alaitasunez abestu zen geroxeago Tximeleta taldearen ``Etxerat'' kantuaren estrofa nagusia: «Maite zaituztegulako bai, behar zaituztegulako bai». Abesti berria, hori bai, aspaldiko kantu maitatu batekin uztartu zen: Benito Lertxundiren ``Loretxoa''.
Ekitaldi modernoa izan zen EH Bildurena, oso. Ondorioz, parte hartzea eskatu zitzaion jendeari, ekitaldiaren pasarte batean telefono mugikorrak altxatuz eta harmailak argituz besteak beste. Dozenaka boluntariok parte hartu zuten antzezpenetan, bai eta bukaeran aldarrikapen ugari taula gainera eramanez ere. Eta guztien artetik bat, «independentzia!», 7.000 lagunen ahotan berriz ozen entzun zena. R.S.