Maider IANTZI

KORRIKA DA LA MANO A LOS ALAVESES, QUE SON MEJORES QUE EL VINO

EL SÉPTIMO DÍA DE KORRIKA FUE ESPECIALMENTE EMOTIVO, YA QUE VISITÓ ZONAS DONDE LA GENTE HA APOSTADO POR EL EUSKARA A PESAR DE LAS DIFICULTADES. EN LUGARES COMO ZUIA, TREBIñU Y LA RIOJA ALAVESA, LA RESPUESTA HA SIDO EJEMPLAR.

La mañana en la Cuadrilla de Zuia fue impresionante por el paisaje nevado y más aún por las personas que se unieron, corriendo en pantalones cortos, para que se note que son de Araba. A cobijo de las cordilleras blancas, se creó un ambiente más íntimo entre los compañeros de las furgonetas y los valientes corredores, que llevaron adelante el testigo con firmeza y mucha ilusión. Subieron el puerto de Altube con una sonrisa y notable esfuerzo.

Mucho antes de acercarse el turno de AEK, en la carretera se dibujaban ya pinceladas de colores vivos, personas de todas las edades, que esperan pacientemente y que se emocionan al ver el coche que lleva los petos, el que anuncia la llegada de los korrikalaris y el testigo.

La carrera por el euskara recorrió Ametzaga, Murgia, Izarra y Abornikano, entre casas preciosas y una sorpresa en cada rincón: un padre que da la vuelta a la silleta donde lleva a sus gemelos para que vean por primera vez pasar la marcha, la txalaparta que acoge a los corredores, personas que no se conocen y que, a pesar de ello, se mandan besos, un grupo de pequeños que se amontonan en la verja del colegio...

Siguió por Kuartango, Añana y Trebiñu, acompañada por un grupo bastante nutrido. Uno de los relevos del testigo correspondió a un militante de Izquierda Mirandesa, Burgos, muestra de la cercanía y el apoyo al euskara también por parte de quienes no son euskaldunes. Cuando tomó el mensaje, empezó a correr solo, pero al poco tiempo se le sumaron los compañeros de las furgonetas y también de la prensa. Empezó solo y acabó formándose un grupo de unas diez personas.

Trebiñu

En Trebiñu, estuvieron a la cabeza de la carrera durante mucho tiempo agricultores y ganaderos de EHNE, y también los alumnos y profesores de AEK de Trebiñu y Argantzun. Más adelante, en Ventas de Armentia, esperan al testigo, entre otros, un grupo de amigos de Aretxabaleta, Arrasate y Gasteiz, para correr el kilómetro en nombre del pueblo de Baxauri, donde pasan las vacaciones y muchos fines de semana. Junto a ellos alzaron el testigo vecinos de este pequeño pueblo que apuestan por el euskara superando las dificultades, por ejemplo, para estudiar en este idioma.

Los niños de la escuela de Trebiñu no pueden estudiar en euskara en el colegio, ya que el enclave pertenece aún a la Administración de Castilla y León. Pero aprenden euskara aparte, por las tardes. Otros muchos estudian en euskara en las ikastolas de Argantzun, Lapuebla o en Gasteiz.

Entre todos completaron este kilómetro, como en la última edición, cuando Korrika arrancó desde allí. Recuerdan que fue muy emotivo y también complicado debido a los numerosos controles de la Guardia Civil que retrasaron la llegada de los participantes. Los bertsolaris y txalapartaris, por ejemplo, no pudieron llegar al acto. Ayer también se notó la presencia policial, pero no hubo mayores problemas.

Además de la adhesión al euskara, los vecinos de Trebiñu reivindicaron también corriendo que son alaveses y que no quieren seguir bajo administración burgalesa. Por la tarde, la carrera llegó a la Rioja Alavesa, una zona que no visitaba desde hace tiempo. Entró por el puerto de Herrera, con 1.100 metros, el punto más alto del recorrido, y dejó imágenes espectaculares, con las nubes bloqueadas sobre las montañas. Según dicen, cuanto más cerca estén los viñedos de la montaña, el vino es mejor. Y, mejores que el vino, son los alaveses.

El paso por Guardia, sobre las bodegas guardadas bajo tierra, fue emocionante, con la participación de muchos vecinos, entre ellos los pequeños que estudian en el colegio público en el modelo B y el grupo de danza de Biasteri. Luego atravesó Eltziego, donde la acogida fue también tremenda, con gente aplaudiendo desde las aceras y animando. Sobre las 21.30, de la Rioja Alavesa el testigo pasó a la Ribera Navarra, para dar al euskara otro gran impulso.

Postdata: en Trebiñu hubo otro kilómetro especial, al menos para nosotros y los compañeros de las furgonetas, el kilómetro de “Aizu!” y del equipo de prensa de Korrika. La experiencia de compartir el testigo con los compañeros corriendo bajo la nieve y recibir el reconocimiento y el cariño de los ‘furgoneteros’ con regalo incluido –un testigo hecho por ellos de todo corazón– es algo para guardar para siempre.

Milesker, bihotzez!