Durante su intervención en un foro sobre seguridad que se celebra en Bilbo, Calparsoro ha mostrado su «profunda repulsa e indignación» ante el «asesinato» de un transportista andaluz por un agente autonómico fuera de servicio.
El fiscal superior del País Vasco ha señalado que se trata de un hecho «lamentable» protagonizado por «un agente policial, que tenía que velar por la seguridad de la gente y que parece ser, sin perjuicio de cómo acabe el proceso judicial, que ha generado un daño absoluto, no sólo al trabajador asesinado, sino a su familia y a todos los vascos, porque afecta a la Ertzaintza y a la sociedad».
Calparsoro ha considerado que este asunto debe promover una «profunda reflexión sobre qué modelo policial tenemos, qué policía queremos, qué policía hemos creado y qué medios se les facilita a estas personas para ejercer su función».