Hay por tanto un notable desfase entre la voluntad parlamentaria y la gubernamental, pero todo indica que será un desajuste temporal, puesto que pronto PNV y PSE pactaran sus acuerdos para las diputaciones y, como ya adelantó el pasado martes Idoia Mendia, esa «colaboración redundará en una mayor fluidez en las relaciones en el Parlamento».
Pero hay todavía un desfase mayor en el Parlamento y es el producido por los cambios políticos habidos en los últimos meses y que todavía no se reflejan en el mapa autonómico de la CAV. Y es que mientras vemos que en las Juntas Generales y en el Parlamento navarro, con la entrada de Podemos en las instituciones, se ha dado un giro hacia la izquierda de la representación popular (atenuado a la postre por los pactos de PNV y PSE para las diputaciones), la Cámara de Gasteiz se mantiene todavía a salvo de la irrupción de nuevas fuerzas.
Con los resultados del pasado 24 de mayo, Podemos tendría 11 escaños y sería la tercer fuerza. PNV y PSE van a tener que aprovechar lo que les queda.