LAB, sindicato al que pertenecía, ha recordado una frase suya subrayando que «se deja huella en el barro, en la calle, no en las alfombras rojas». Desde ese lema, Solabarria deja un reguero de «hechos y no palabras, siempre coherente y siempre firme».
«Su puesto ha estado en la calle hasta el último suspiro, bien fuera peleando contra las injusticias políticas y sociales, contra los desahucios, en los conflictos laborales, contra la privatización de las cajas o la exclusión social… Donde hubiera una lucha por los derechos políticos y sociales en Euskal Herria, allí estaba Periko», remarca LAB.
Desde ELA, su secretario general Adolfo Muñoz ha destacado que «ha muerto un gran y honesto luchador. Queremos subrayar su compromiso con las luchas sindicales, sociales y políticas, su compromiso de clase y nacional; sobre todo su solidaridad y cercanía con la lucha de las personas más desfavorecidas».