La caja B del PP «era un sistema de financiación perfectamente institucionalizado» desde 1982, «donde, como en toda pirámide organizativa jerárquica, las instrucciones emanaban de arriba a abajo» y al exgerente y extesorero del partido Luis Bárcenas solo le correspondió la «función de mero amanuense».
Así lo aseguran sus abogados Francisco Maroto y Joaquín Ruiz de Infante en el escrito de defensa que han presentado después de que el juez José de la Mata dictara apertura de juicio oral contra él y otros cinco imputados en relación con la caja B del PP y el pago «en negro» de la reforma de la sede del partido, hechos por los que el partido ha sido considerado responsable civil subsidiario.
Según sus letrados, Bárcenas «se limitaba» a anotar en sus famosos papeles contables los ingresos y los pagos que le eran comunicados por su antecesor Álvaro Lapuerta cuando él era gerente y «eran las propias personas responsables de la dirección y gestión del Partido Político quienes conseguían los donativos y decidían en qué se empleaban».
De hecho sostiene que el presidente del Gobierno era quien recibía los donativos más «importantes» y «el resto de la gestión para consecución de donativos la hacía» Lapuerta, aunque señala también que entre junio de 2008 y julio de 2009 «disminuyen notablemente los donativos de empresarios que venían ayudando al Partido Popular» y en ese periodo recibía los donativos Bárcenas por ser el tesorero.
«La gestión económica del Partido Popular (que comprendía necesariamente las aportaciones procedentes de donativos en la forma anotada por el Sr. Bárcenas), se llevó siempre por la Dirección del Partido Popular tal y como se acredita con las propias declaraciones o manifestaciones» del ex secretario general del PP, Ángel Acebes, en los congresos generales en los que se atribuía la responsabilidad y el mérito de la gestión económica del partido junto al entonces tesorero Álvaro Lapuerta.
Este sistema se estableció en 1982 con el fundador del PP Manuel Fraga y se ha prolongado con los demás presidentes del partido Antonio Hernández Mancha, José María Aznar y Mariano Rajoy, sostiene el escrito. «Los secretarios generales eran informados puntualmente de las cantidades recibidas y el nombre de los donantes por el tesorero nacional», aseguran los abogados.