La crisis migratoria que vive Europa ha obligado a alterar el orden del día de la cumbre sobre los Balcanes Occidentales que hoy reunirá en Viena a los dirigentes de esta región, convertida en los últimos meses en una de las principales puertas de entrada a la Unión Europea (UE). El objetivo inicial de la reunión, a la que están invitadas la canciller alemana, Angela Merkel, y la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, era la cooperación regional y las perspectivas de ampliación del bloque comunitario a esos países, pero la constante llegada de refugiados e inmigrantes a través de la «ruta de los Balcanes» ha cambiado el centro de atención.

Solo entre enero y junio, unas 102.000 personas entraron en la UE a través de Macedonia, Serbia, Bosnia-Herzegovina, Albania, Montenegro y Kosovo, frente a los 8.000 del mismo periodo del año anterior, según datos de la agencia Frontex.

Austria, muy afectada por la crisis migratoria, por su situación fronteriza con Italia y Hungría –a la cabeza en las llegadas– debe plantear en esta cumbre un plan de acción que propone intensificar la lucha contra las mafias, una distribución «más equitativa» de los refugiados entre los Veintiocho, el aumento de la cooperación en materia de seguridad, la asistencia a los países de origen y una estrategia europea común de asilo.

Mientras tanto, el lunes, solo dos días antes de la celebración de esta cumbre, un número récord de «exhaustos y traumatizados» refugiados –2-093 personas– entraron en Hungría por los Balcanes.

Este año, Hungría, adonde Bruselas enviará ayuda de emergencia, ha registrado 100.000 demandantes de asilo, más del doble del total de 2014, y está obligada a tramitar esas solicitudes, ya que una decisión de 2011 de la Corte de Justicia de la UE prohíbe que sean devueltos al primer puerto de entrada comunitario, en este caso Grecia.

Pero los Balcanes no son solo territorio de tránsito para quienes huyen de la violencia en Siria, Irak y Afganistán, también son países de salida de miles personas que emigran a Europa Occidental, muchos de ellos a Alemania, donde la mitad de los solicitantes de asilo proceden de los Balcanes.

Precisamente Alemania anunció ayer un «acto de solidaridad europea» al renunciar a reenviar a los sirios a sus países de entrada a la UE.

Angela Merkel aseguró que «Europa se encuentra en una situación que no es digna de Europa» y apeló a un «diálogo con los ciudadanos» para una distribución más justa en la recepción de refugiados. Sostuvo que «tenemos que enviar de vuelta a casa a los que no tienen posibilidades de lograr el asilo» y recordó que, «es difícil, pero Serbia, Albania y Kosovo no son países que en este momento estén en guerra».

Nuevo ataque en Alemania contra un futuro hogar de acogida

Un gimnasio preparado para acoger refugiados a partir de setiembre en Nauen, cerca de Berlín quedó totalmente destruido tras sufrir un incendio, de origen sospechoso según la Policía, en la noche del lunes al martes. Dada la rapidez con la que se propagó el fuego, la Policía cree que pudo ser provocado, aunque no halló más indicios.

Angela Merkel que tildó de «repugnantes» los incidentes xenófobos del fin de semana en Heidenau, visitará hoy el centro de acogida de esta localidad.GARA