Agustín GOIKOETXEA
BILBO

Promotores de candidaturas unitarias de izquierda apuestan por el futuro pese a los recelos

Varios de las personas que llamaron en julio a la conformación de candidaturas unitarias por un nuevo tiempo político han anunciado en Bilbo que no han logrado su objetivo. A pesar de ello, han destacado que las convergencias unitarias, sociales, democráticas y por el derecho a decidir en Euskal Herria, con sus especificidades en la CAV y Nafarroa, debe seguir abierta «tanto a dinámicas electorales futuras como a la acción y organización».

Promotores de las candidaturas unitarias, en su comparecencia en Bilbo. (ARGAZKI PRESS)
Promotores de las candidaturas unitarias, en su comparecencia en Bilbo. (ARGAZKI PRESS)

En una comparecencia pública, los promotores de la iniciativa han hecho balance de la gestión llevada a cabo en los últimos meses para conformar candidaturas unitarias de izquierda de cara a las elecciones generales españolas. Han destacado que si se articulara ese espacio social podría llegar a ser la «fuerza mayoritaria» en Hego Euskal Herria, añadiendo que ese oferta electoral conjunta tendría cabida si se hiciera un programa «común y coherente» en cada una de las comunidades autonómicas.

Ramón Zallo ha confesado que no han conseguido implicar a las distintas formaciones de izquierda vasca, aunque han destacado la respuesta en positivo de EH Bildu. Antes, Irantzu Varela y Begoña Zabala han explicado que con su llamamiento plantearon «una oferta de oportunidad para un giro estratégico en las alianzas» y un «ejercicio de responsabilidad ante un dilema político y moral» en la actual coyuntura.

Tampoco han obviado que la cercanía electoral –no descartan esa posibilidad para los próximos comicios al Parlameno de Gasteiz– ha hecho «muy difícil hacer girar los enfoques preelectorales de Podemos y Ezker Anitza». La reflexión hacia la confluencia que han planteado creen que abre espacios de encuentro entre las izquierdas abertzales, soberanistas y otras corrientes favorables al derecho a decidir, «que durante decenios han tenido trayectorias de ignorancia mutua».

En su análisis, han subrayado que «cabe un desarrollo de un programa de mínimos para hacer posible el cambio y facilitar una pedagogía por la base que reúna sensibilidades distintas en torno a algunas ideas centrales». Tras los contactos, entienden que algunas de las fuerzas llamadas a una hipotética confluencia electoral «no quieren ver perjudicadas sus expectativas electorales particulares». Respetan esa posición, a pesar de que lo vean de otra manera pues creen que sería respaldada en las urnas por «un amplio espectro».

Varela y Zabala han incidido en que su propuesta unitaria «representaba la mejor plataforma para coordinarse antes y después de las elecciones generales con quienes en otros puntos del Estado español defienden reivindicaciones similares frente al régimen de la transición y el neoliberalismo». A este respecto, han avanzado que de los previsibles resultados de esos comicios se podrá sacar la conclusión de que la fórmula que ellos han planteado «habrían representado aún mejores resultados que yendo por separado».

Por esa razón, estiman que la cuestión de las convergencias en el ámbito de la izquierda «debe seguir abierta tanto a dinámicas electorales futuras como a la acción y organización popular».