Su declaración ha arrancado alrededor de las 10.30 y ha culminado pasadas las 13.00. El expresidente de Bankia ha salido del despacho del magistrado Antonio Serrano-Arnal a las 14.40, una vez ha culminado la lectura de los once folios de su declaración, y ha abandonado a pie la sede del órgano judicial. Le esperaba un vehículo, que ha arrancado a toda velocidad e incluso se ha saltado un semáforo en rojo.
Fuentes jurídicas han coincidido en que el exbanquero estaba preparado para responder a todas las preguntas que le han formulado tanto su defensa como la Fiscalía Anticorrupción y el juez. El pasado mes de julio, Rato se acogió a su derecho a no declarar porque decía desconocer muchas de las acusaciones que han vertido sobre él la Oficina Antifraude (Onif) y la Fiscalía.
Desde entonces, no solo se han conocido las nuevas sospechas de la Onif de que pudo lavar dinero en el exterior, sino que el caso ha salpicado a otras ocho personas.
El propio Rato también fue interrogado el jueves en la Comandancia de la Guardia Civil, el mismo día en que se supo que otro de sus supuestos testaferros, el administrador de Albisa Inversiones, Alberto Portuondo, asegurara al juez que pagó 40.000 euros mensuales a la sociedad Kradonara, epicentro del entramado societario de Rato.
Portuondo, el único que hasta ahora ha ingresado en prisión, explicó que abonó estas cantidades a Kradonara sin saber que era propiedad de Rato.
Serrano-Arnal ha citado para mañana miércoles a ocho testigos y para el jueves a otros ocho en el marco de la causa en la que están imputadas nueve personas por fraude fiscal, blanqueo de capitales y corrupción entre particulares.
Los próximos 15 y 16 de octubre, una comisión del Juzgado y Agentes de la UCO procederán al desprecintado y volcado de los depósitos intervenidos en los registros efectuados a dos de los imputados en la pieza que aún permanece secreta.