Ante el derribo del edificio de la antigua fábrica de corchos de la calle Indianoene de Donostia, que durante los últimos años ha acogido el gaztetxe Kortxoenea, el Ayuntamiento de Donostia ha emitido una nota en la que recuerda que «el derribo obedece a una decisión del propietario del inmueble, que como tal es quien está facultado para ejercitar sus derechos. De modo que, en virtud de las modificaciones aprobadas por el anterior equipo de gobierno, el titular de la propiedad tiene el derecho a iniciar una actuación urbanística».
Respecto a su papel en la operación de derribo que se está llevando a cabo esta mañana, ha explicado que su papel ha consistido en enviar «dos técnicos de urbanismo que han comprobado in situ que el vallado era correcto».
El Ayuntamiento ha mantenido «varias reuniones con una representación colectivo que realiza en Kortxoenea diversas actividades de índole cultural», en las que «ha trasladado a dicho colectivo de forma clara la imposibilidad de impedir el derribo del edificio si su dueño así lo solicita».
En estos encuentros «se han explorado alternativas que permitan mantener la actividad cultural de Kortxoenea», aunque «hasta el momento no se ha encontrado una solución definitiva».
El Gobierno municipal que dirige Eneko Goia asegura que sigue «abierto» a buscar una solución y que es «conocedor de las necesidades de los usuarios de Kortxoenea y las tiene presentes a la hora de buscar alternativas. En concreto, estas necesidades serán valoradas junto con otras demandas de otros grupos y asociaciones que también han trasladado sus necesidades al Ayuntamiento».