El portavoz de Araba sin Garoña, Alberto Frías, ha explicado que aunque se comprometieron a no convocar más de una manifestación al año –ya tuvo lugar una el pasado 28 de febrero–, la actual «situación de emergencia» les ha «obligado» a hacer un nuevo llamamiento a la ciudadanía, después de que el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) haya dado el visto bueno a las mejoras en la vasija del reactor de cara a una posible reapertura.

La plataforma ha animado además a las personas que vayan a votar el 20 de diciembre a que acudan a los colegios electorales portando distintivos «relativos al cierre de la central».

La tercera medida anunciada ha sido la convocatoria de una mesa redonda que tendrá lugar el 2 de diciembre a la que estarán invitados los «cabezas de lista» de las siete formaciones políticas representadas en las Juntas Generales de Araba, para que expongan sus compromisos de cara al cierre de la central.

A juicio de Frías, las próximas elecciones se aproximan «sin que las instituciones y los partidos hayan dado los pasos a los que se comprometieron» para impedir la reapertura de Garoña, y en este sentido ha lamentado que la Diputación de Araba «se limite a mandar una carta» al ministro español de Industria, José Manuel Soria.

Frías ha pedido al PP «que diga claramente qué opción plantea» para el futuro de la central y a los demás partidos que no utilicen el asunto «como arma electoral».

La Diputación cree que Rajoy quiere dejar todo atado

El diputado foral de Medio Ambiente, Josean Galera, ha opinado que la decisión del CSN confirma la intención de Nuclenor de reabrir esta central. «Parece que Rajoy esté nervioso y que quiera dejar todo tramitado para reabrir la central porque sabe que no va a continuar en La Moncloa», ha señalado.

El diputado alavés ha calificado de «inadmisible» la actitud tanto de Nuclenor como del Gobierno de Madrid, que en su opinión, han dado «una vez más la espalda a la ciudadanía alavesa y a sus instituciones.

Galera también ha indicado que el hecho de que la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha haya anulado el planeamiento urbanístico que posibilitaba la construcción de un almacén temporal centralizado de residuos nucleares en Villar de Cañas (Cuenca) significa que Garoña necesitaría ahora «de manera urgente» un almacén temporal de residuos radiactivos para seguir operando.