Etxerat ha reclamado a los grupos parlamentarios que pongan fin a la política de dispersión, una medida de excepción que «castiga» desde hace 27 años a más de 400 familias. «Tienen en sus manos la decisión de acabar o de seguir poniendo en peligro tantas y tantas vidas cada semana», han manifestado Arantza Oiarbide y Patricia Vélez frente a la Cámara de Gasteiz, donde ha finalizado la cadena de pañuelos organizada para reivindicar los derechos humanos de los presos y presas vascas.

«Nos hemos manifestado para denunciar que la política de dispersión condiciona la vida de niños, jóvenes, adultos y ancianos, y que juega con nuestras vidas con total impunidad, vulnerando nuestros derechos día a día», han señalado antes de recordar que esta «política destructiva nos acarrea consecuencias físicas, síticas y económicas. Y en 16 ocasiones ha tenido consecuencias tan devastadas como la muerte. 16 muertes que siguen sin estar reconocidas como lo que son, víctimas de la dispersión».

El cabeza de lista de EH Bildu al Congreso por Araba, Iker Urbina, presente en la cadena, también ha denunciado la situación de los presos gravemente enfermos. «El Estado tiene tomada la decisión política de endurecer el castigo de las y los presos con un claro objetivo: acrecentar el dolor y el sufrimiento que sufren los presos y los familiares de los presos y evitar la solución definitiva del conflicto vasco. Solo así se puede entender que mantengan encarcelados a doce presos con enfermedades graves, aplicar medidas de aislamiento, mantener en prisión a personas mayores, o tener a esos 400 presos y presas vascas dispersadas en 76 cárceles», ha criticado.

Etxerat y Sare han convocado movilizaciones en defensa de los derechos de los presos en Gasteiz, Iruñea, Donostia, Baiona, Bilbo, Hernani, Deba, Alkorta, Gernika, Urretxu-Zumarraga, Errenteria, Lasarte-Oria y Plentzia.