En un comunicado, el Ministerio de Asuntos Exteriores ha informado de que ha ordenado el regreso de su embajador «a causa de la irrupción de manifestantes en la embajada saudí y la agresión contra su consulado».
Tras los ataques del pasado sábado a sus Embajadas en Teherán, Arabia Saudí decidió el domingo romper sus relaciones con Irán y dio 48 horas a los diplomáticos de ese país para abandonar el país.
Ayer, Barhein y Sudán dieron el mismo paso y cortaron sus lazos diplomáticos con Irán, al que acusaron de injerir en los asuntos internos de los países de la región.
En el caso kuwaití, la llamada a consultas del embajador no supone una ruptura de las relaciones.
Por su parte, el Ejecutivo de Emiratos Árabes Unidos (EAU) no tomó una decisión tan drástica, pero anunció que va a disminuir su representación diplomática en el país de mayoría chií al nivel de un encargado de negocios.
Los ataques a las legaciones diplomáticas saudíes en Irán y esta creciente tensión entre chiíes y suníes en la zona se han producido debido a la ejecución, el pasado sábado, del clérigo chií saudí Nimr Baqir al-Nimr, a manos de las autoridades saudíes, junto a otras 46 personas acusadas de «terrorismo».