El jefe negociador de las FARC en la mesa de La Habana, Iván Márquez, reiteró ayer, en una carta abierta al Gobierno de Colombia, el rechazo de la guerrilla a un plebiscito para refrendar los acuerdos de paz. «Somos las partes en la mesa de diálogo los competentes para definir el sistema de refrendación que se aplicará a los acuerdos que finalmente se alcancen», afirmó.
Márquez explicó que, según la Constitución, el pueblo se pronuncia en plebiscito sobre una decisión del Ejecutivo, por lo que no es válido para los acuerdos de paz, fruto de un «proceso bilateral de conversaciones entre las FARC y el Estado». «Lo acordado en la mesa de La Habana no puede confundirse con una decisión del Ejecutivo», insistió. La guerrilla, que apuesta por una Asamblea Constituyente como método adecuado de refrendación, reiteró que el plebiscito impulsado por el Gobierno supone «un error político y jurídico», que no se ha consensuado en La Habana, ya que pertenece al punto 6 de la agenda que aún no se ha abordado.
La carta será enviada al Gobierno con copia a la Corte Constitucional, el Congreso, la delegación de paz del Ejecutivo y los representantes de los países garantes y acompañantes del proceso de paz.
Las FARC respondieron así al envío ayer por parte del Congreso a la Corte Constitucional del proyecto de ley para celebrar ese plebiscito para que examine si se produjeron irregularidades en su tramitación.
El ELN pide cese bilateral
El Ejército de Liberación Nacional (ELN), por su parte, llamó el domingo a un alto el fuego bilateral con el Gobierno para mantener conversaciones en un «clima favorable».
Su líder, Nicolás Rodríguez Bautista, alias «Gabino», aseguró en una carta enviada al arzobispo de Cali que en los territorios con presencia del ELN se producen «intensas operaciones punitivas», argumentando que «ello obliga a responder dichos ataques». Pero recalcó su voluntad de continuar el diálogo y encontrar una solución al conflicto, y resaltó que el ELN «seguirá imparable buscando la paz, convencido de que el camino nunca debió ser la guerra».