Era la última jugada del partido y el marcador señalaba un rotundo 3-0 a favor del Atlético Madrid. El joven atacante del filial de la Real Sociedad Eneko Capilla, que volvía a gozar de unos minutos después de debutar con el primer equipo el 1 de mayo de año pasado, se giró con el balón en los pies para cedérselo a un compañero. Cuando ya había efectuado el pase, el colchonero Augusto le clavó un brutal plantillazo en el tobillo, al tiempo que el árbitro pitaba el final del choque.

Capilla tuvo que ser retirado en volandas al vestuario. En un primer momento se le diagnosticó una «torsión traumática» en su tobillo izquierdo, pero las pruebas realizadas este miércoles han dejado un dignóstico mucho peor, ya que el golpe le ha causado «una rotura del ligamento lateral externo, un arrancamiento óseo y una contusión del ligamento lateral interno», según han informado los servicios médicos de la Real. En la nota no se habla de posibles tiempos de recuperación.

Augusto acudió al vestuario realista a disculparse, pero su acción en el campo enfadó a los blanquiazules. «Creo que esas cosas son feas, sobran. Es cierto que ha ido al vestuario a preocuparse por él, pero al final esa entrada sobra», señaló Mikel González. El técnico Eusebio Sacristán recordó que «el chaval es el primer día que jugaba con nosotros. Esa entrada no nos ha gustado nada».