Así lo han señalado los responsables del club en la comisión de Hacienda y Política Financiera, a petición del PSN, partido que junto con UPN y PP aprobaron el 27 de noviembre de 2014 la Ley Foral de reestructuración de la deuda tributaria de Osasuna.
El presidente Luis Sabalza y el gerente Ángel Ardanaz han sido los encargados de explicar el plan, que han calificado de «muy conservador» ya que no ha incluido en sus estimaciones los pagos por posibles traspasos de futbolistas, cuando por ejemplo la entidad acaba de vender a Mikel Merino por 3,7 millones de euros.
Sabalza ha destacado que «es mejor hacer una plan conservador» que uno «demasiado optimista» y ha añadido que según este estudio la deuda se pagará «en siete años en Segunda» y «se podría pagar en dos años» en el caso de subir a Primera, donde los ingresos se sextuplican.
Varios de los grupos parlamentarios han planteado algunas dudas al plan entregado por Osasuna al Gobierno foral el pasado 10 de febrero, entre ellas, la incertidumbre por un posible descenso a Segunda B, opción no recogida en el plan de viabilidad. «Sería un absurdo. En Segunda B no hay plan. Soy claro y consciente. No se puede plantear», ha zanjado Sabalza, dando a entender que con una pérdida de categoría la deuda sería impagable porque no habría ingresos.
Sabalza, que ha apuntado que el club no tiene «ninguna intención» de cambiar su personalidad jurídica, ha resaltado que el club está cumpliendo «escrupulosamente» todas sus obligaciones fiscales y que si en Segunda están ingresando a Hacienda 4 millones de euros en IVA e IRPF en Primera la cantidad ascendería a «más de 15 millones de euros».
El gerente osasunista, Ángel Ardanaz, ha explicado que el plan de viabilidad recoge diferentes escenarios, pero en ninguno se han incluidos posibles traspasos de futbolistas «porque no se tiene certeza de darse», aunque obviamente se pagará el 25% fijado en la Ley Foral en el caso de producirse.
En todos los escenarios, ha añadido, la premisa del club ha sido «cumplir con el pago a Hacienda, mantener los costes de la plantilla, elaborar unos presupuestos para garantizar los pagos y no aumentar la deuda».