Arcelor Mittal anunció este martes un cese parcial en la planta de Zumarraga y su intención de recolocar a los trabajadores, una medida que trasladó al lehendakari, Iñigo Urkullu, en una reunión mantenida el lunes, según ha informado la empresa a Europa Press.
Esta decisión se produce después de la adoptada en la ACB de Sestao, también perteneciente a Arcelor Mittal, que se encuentra en una situación de parada temporal indefinida.
En relación a la situación de Zumarraga, la compañía ha indicado que «no hay que dar por hecho» que se va a producir un cierre, y ha señalado que la actividad que se vaya a cesar y transferir se tiene que «discutir» con la comisión negociadora del comité de empresa.
Por ello, ha asegurado que ahora «no está en disposición» de poder hablar de cuál es la actividad que se va a mantener hasta que no se aborde esta cuestión con los representantes de la plantilla.
El cese parcial de la actividad implica un ERE que todavía no ha empezado a aplicarse, ya que la producción en Zumarraga continuará durante unos días hasta expedir los pedidos que tiene pendientes. La compañía ha señalado que, en función de las recolocaciones y el acuerdo que se pueda adoptar con los sindicatos, se concretaría la actividad que se transfiere y la que quedaría en la planta guipuzcoana.
Réplica a Lakua
La empresa ha manifestado que mantiene un «diálogo permanente» con las instituciones y que están «a su disposición». En concreto, ha señalado que en los últimos días han llevado a cabo distintas reuniones, entre ellas, la que mantuvo la dirección de la compañía en el Estado español con el lehendakari el pasado lunes, en la que le comunicaron la decisión prevista en Zumarraga.
La compañía expuso a Iñigo Urkullu que el mercado está en una situación «muy difícil» y que la planta de Zumarraga arrastraba pérdidas «año tras año», por lo que «no era sostenible».
Asimismo, ha indicado que también han mantenido contactos con la consejera de Desarrollo Económico y Competitividad, Arantxa Tapia; con el diputado general de Gipuzkoa, Markel Olano; y con el alcalde de Zumarraga, Mikel Serrano, además de con los sindicatos.
Ante las críticas del Gobierno autonómico a la gestión que ha realizado Arcelor en Zumarraga, en la que aprecia «algunos defectos y lagunas», la compañía ha indicado que en esta planta se han hecho «inversiones importantes», de 3,5 millones anuales, para aumentar la producción y reducir los costes y se han diseñado varios planes para mantener la «posición competitiva» de la planta.
No obstante, ha manifestado que, dada la sobrecapacidad que existen en el mercado y los costes de la planta, se han producido «unas pérdidas de varios millones de euros anuales».
Según ha destacado, tanto los trabajadores como la dirección de la planta y del grupo han hecho «todo lo posible» para intentar mantener la actividad. La empresa ha indicado que hay una serie de factores externos que han influido en la situación de la fábrica como el precio de la chatarra, de la energía eléctrica, además de la citada sobrecapacidad del mercado, pero ha apuntado que también la propia planta tiene «unas limitaciones estructurales» en su diseño.
En concreto, ha manifestado que su configuración industrial «no facilita» que pueda competir con otras plantas y ha asegurado que precisaría de «muchísimos millones de inversión» para adaptarla a la necesidades del mercado.
Por otra parte, ha manifestado que la decisión adoptada en Zumarraga no influye o favorece la situación en la ACB Sestao, ya que producen diferentes productos y, por tanto, no son competidores. Arcelor desdice así lo apuntado por el portavoz de Lakua, Josu Erkoreka, en el sentido de que la decisión de Zumarraga podría «oxigenar» a otras plantas.
Reunión entre instituciones
El Gobierno de Lakua, la Diputación de Gipuzkoa y el Ayuntamiento de Zumarraga se han reunido este miércoles de urgencia para analizar la situación. El encuentro se ha desarrollado en el Palacio Euskalduna de Bilbo y en el mismo han tomado parte la consejera de Desarrollo Económico y Competitividad, Arantxa Tapia; la diputada foral de Promoción Económica, Medio Rural y Equilibrio Territorial, Ainhoa Aizpuru; y el alcalde de Zumarraga, Mikel Serrano.
El alcalde de Zumarraga, Mikel Serrano, en declaraciones a Radio Euskadi, ha recordado que en agosto de 2014 se vivió una situación similar y ha incidido en que «aunque también se antojaba muy difícil», la actividad pudo continuar gracias a la implicación de los trabajadores. «Yo me voy a aferrar a esa situación y no nos queda otra que seguir peleando», ha remarcado.
El alcalde de Zumarraga ha admitido la posibilidad de que el cese parcial planteado por la empresa derive en un cierre de la planta, ya que, aunque la empresa ha trasladado su intención de mantener parte de una actividad mínima en la planta, «la reubicación de más de 300 personas no serían todas, pero sería una parte muy mínima la que se podría quedar en Zumarraga».
Mikel Serrano ha insistido en la necesidad de mantener una «actitud proactiva de intentar explorar soluciones para que la planta no cierre la actividad y para que los trabajadores se queden en Zumarraga», y ha remarcado que Arcelor Mittal, «quitando el hospital comarcal que le gana en nóminas», es la «empresa tractora» del municipio.