En torno a 3.000 personas han participado en el acto político celebrado en la bilbaina Plaza Nueva, donde el presidente de Euzkadi Buru Batzar ha anunciado que van a proponer a los jelkides que Iñigo Urkullu vuelva a ser su candidato a la Lehendakaritza, en un proceso que finalizará el 7 de mayo. Además, Andoni Ortuzar ha enviado dos mensajes en su alocución, uno dirigido al Estado español y otro en clave vasca.

A las formaciones que negocian en Madrid para conformar un nuevo gobierno, les ha recordado que queda un mes por delante para establecer «un auténtico proceso de diálogo multipartito» que pueda desembocar en una invertidura. Ortuzar ha expresado la voluntad de su partido de participar en él. «No nos da miedo acordar con Madrid», ha dicho, dejando claro que solo piden que «se haga desde el respeto, desde la igualdad, desde la bilateralidad. Desde el reconocimiento mutuo».

El político de Abanto ha dicho a sus militantes que están «más cerca del ‘Zazpi bat’ que el año pasado, a tener de la evolución política que percibe en cada uno de los territorios del país. Por ello, en referencia al lema de la convocatoria de Aberri Eguna –«Bultzada berri bat»– les ha animado a seguir trabajando con la vista puesta en las elecciones a la Cámara de Gasteiz.

«Más allá de barómetros y encuestas, en el próximo futuro va a haber que elegir entre quienes quieren desdibujar Euskadi mediéndola en el saco de esa España caótica o quienes creemos en que Euskadi tiene que tener su lugar propio en el mundo, tiene que ser una nación reconocida y un espacio de progreso, bienestar y solidaridad donde se viva lo mejor posible», ha enfatizado.

Ha dicho que el PNV se centrará «en Euskadi» y se ha preguntado dónde está la izquierda abertzale, a quien ha situado «en su laberinto. Siguen en el diván –ha añadido–, intentando entender lo que les está pasando». El presidente del PNV ha confesado que le gustaría compartir «más espacios de acuerdo y colaboración», como lo han hecho con la Ley Municipal o en Eudel. Además, ha comentado que su partido no quiere que «la izquierda abertzale entre en crisis. Pero tienen que clarificarse».

«Tienen que decir qué es para ellos más importante, el sustantivo o el adjetivo, el sustantivo Izquierda o el adjetivo Abertzale. Me dirán que son compatibles y puede ser verdad, pero uno debe de tener más peso que el otro. No es lo mismo –ha asegurado el burukide– pretender una nación vasca que luego sea ese espacio de progreso y justicia social, que desde la revuelta social y la lucha antisistema se quiera llegar a una Euskadi revolucionaria». Ha indicado que, por el momento, «solo vemos mensajes confusos».

A Urkullu no le gustan las críticas

Antes que el presidente del PNV ha intervenido Iñigo Urkullu para hacer una valoración positiva de su acción de gobierno hasta decir que la CAV está saliendo de la crisis y anunciando que van a seguir trabajando «para estimular la economía. El lehendakari ha arremetido contra los «catastrofistas que siempre desde una comodidad no saben hacer otra cosa que criticar y exigir», pero también contra «los que predican una arcadia feliz sin tomar en consideración las características de la sociedad vasca». Tampoco le gustan «los que predican justicia social y prestaciones sin límite ni a los que predican empleos desde una posición sin responsabilidad de gestión alguna».

También ha hablado de quienes «predican nuevas formas de hacer política y a los pocos meses constatatmos las maneras de centralismo democrático propios de épocas pasadas«,A todos esos sectores, Urkullu les ha dicho que «una cosa es prometer y otra es cumplir».Ha asegurado que su Ejecutivo «ha ciumplido», por lo que no se van «a dejar engañar ni por los nuevos ni por los viejos predicadores».

Referencias de Urkullu como también de Ortuzar al nuevo estatus político que pretender poner en marcha tras negociarlo con el Estado español. El lehendakari ha declarado que hablan de negociar y de acordar, con referencia al concepto «Nación foral» mientras el presidente del partido ha reconocido que la proximidad de la cita con las urnas no va a ayudar a poner las bases, aunque van a intentarlo.