Apenas dos semanas después del acuerdo entre la Unión y Europea y Ankara para frenar el paso de inmigrantes y refugiados a suelo comunitario, la Comisión Europea confirmó ayer que los primeros llegados a Grecia serán expulsados el próximo lunes a Turquía. El portavoz comunitario, Alexander Winterstein, confirmó que «ese es el plan, sí. El trabajo está en marcha sobre el terreno» para preparar el inicio del programa de retornos.
&dcThree;Según fuentes europeas, el primer grupo estará integrado por «sirios, afganos y paquistaníes que no han pedido asilo» en Grecia, y que el compromiso entre Ankara y Atenas, «salvo problemas de última hora», supone deportar a 500 personas el lunes. El acuerdo prevé la expulsión a Turquía de cualquier persona llegada irregularmente a Grecia desde el 20 de marzo, incluidos demandantes de asilo sirios. Como contrapartida, los países europeos se comprometen a «reinstalar» en la UE a un sirio por cada deportado, pero con un límite máximo de 72.000 personas. Estas «reinstalaciones» deberían comenzar también el lunes.
El Ejecutivo comunitario reconoció que las devoluciones de inmigrantes «irregulares», considerados de carácter «económico», ya se están produciendo y que lo que dará comienzo el lunes es el sistema bautizado como «uno por uno».
Bruselas ya cuenta con una lista de Estados miembros a los que serán trasladados los primeros refugiados recolocados desde Turquía, pero ha eludido dar detalles sobre ello. Tampoco ha aclarado cuántas personas serán expulsadas el lunes.
Cambios legales pendientes
Grecia, sin embargo, muestra aún cautela sobre el número de personas expulsadas. «Grecia no excluye que el lunes haya el regreso de algunos migrantes, pero el procedimiento debe aún ser estandarizado», indicó una fuente gubernamental.
La Comisión confía en que tanto Atenas como Ankara aprueben los cambios legislativos necesarios para asegurar que el intercambio de inmigrantes se produce con plenas garantías y respeto a los derechos fundamentales
El Gobierno heleno ya presentó al Parlamento las modificaciones y se espera que sean votadas en las próximas horas, mientras las autoridades turcas han asegurado que cumplirán «con los cambios necesarios para aplicar el acuerdo» a tiempo.
El comisario griego de Interior e Inmigración, Dimitris Avramopoulos, tiene previsto viajar ese mismo lunes a Ankara para finalizar los últimos flecos de los acuerdos con Turquía.
Por su parte, el Alto Comisariado para los Refugiados de la ONU (Acnur) afirmó que estará «muy vigilante de que el acceso a los procedimientos de asilo sena respectado y nadie pueda ser reenviado sin haber tenido acceso a este procedimiento».
Según el Gobierno griego, las expulsiones se llevarán a cabo en barcos de la agencia Frontex, en un primer momento hacia el puerto de Dikili, en la costa occidental turca.
El Gobierno griego empieza a desalojar el puerto del Pireo
Las autoridades griegas comenzaron ayer a trasladar a cientos de inmigrantes y refugiados atrapados en el puerto del Pireo, cerca de Atenas, que viven en tiendas de campaña, o directamente al aire libre tapados con mantas. Además, no disponen de suficiente comida y el sistema sanitario es muy pobre. Unas condiciones que en los últimos días han favorecido altercados. Aún permanecen bloqueadas en Grecia 51.000 personas, después de que los países balcánicos cerraran sus fronteras. Alrededor de 11.300 se encuentran en el precario campamento de Idomeni y 6.000 en el puerto del Pireo. Al mediodía, al menos cuatro autobuses salieron en dirección a Kyllini, ciudad portuaria en el oeste de Grecia, en donde serán alojados en un antiguo complejo turístico. Otros serán trasladados a Ioannina y Larissa, en el noroeste y centro del país. La mayoría de los refugiados e inmigrantes que han llegado al Pireo rechaza irse a otras ciudades por miedo a alejarse de la frontera con Macedonia en caso de su reapertura. GARA