La cruzada de la delegación del Gobierno para borrar el mural de Agoitz contra la tortura sigue adelante. Primero intentó borrarlo diciendo que pudiera constituir un delito de «enaltecimiento del terrorismo». Después del escándalo desatado por atribuir a Mikel Zabalza pertenencia a ETA que motivó la petición de dimisión de la delegada por parte de EH Bildu y el enfado de la lehendakari Uxue Barkos (que dijo que la nota era «dolorosa» para la familia), la Delegación se vio en la obligación ayer de retirar sus acusaciones. Sin embargo, por la tarde envió nuevamente una nota exigiendo el borrado al Ayuntamiento que dirige Unai Lako. El motivo, ahora, es la palabra #aztnugaL que aparece uno de los laterales, ya que entienden que pudiera constituir un delito de calumnias.
Lako ha comaprecido con varios de los familiares de Zabalza y ha adelantado que no tiene ninguna intención de borrar el mural. «Ni hay delito ni se insulta a nadie», ha manifestado el alcalde, que ha dejado claro que el Ayuntamiento borra todas las pintadas que son ofensivas sin que haga falta que se lo indique la Delegación. Además, el Consistorio de Agoitz ha pedido la dimisión de Alba «para que entren personas con más capacidad», ya que considera que todo ha sido una «chapuza».
La palabra aztnugaL (laguntza, al revés, que significa ayuda en euskara) fue escrita por Patxi Arratibel en una confesión que, según denunció, fue extraída mediante tortura La denuncia de Arratibel fue desoída por la justicia española hasta que, finalmente, Estrasburgo condenó al Estado español por no investigar los hechos pese a todas las evidencias que existían de que Arratibel había sido torturado.
Idoia Zabalza, hermana de Mikel, ha recordado en la rueda de prensa que la muerte de su hermano «sigue sin clarificarse». Por ello, ha emplazado personalmente a la delegada a «que investigue las prácticas de interrogación que han ejercido las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en las diferentes dependencias. Si hace eso, concluirá que la denuncia que se hace en el mural se debe a una práctica generalizada y que la acusación es verdadera».