Las urnas se han abierto en Ispaster desde las 9:00, con el sonido de la alboka y los txistularis. Por allí están pasando vecinos de todas las edades para definir si quieren o no ser ciudadanos de un Estado vasco. Y además, para pasar un día de fiesta con pintxos, bertsolaris, juegos para txikis por la tarde y un concierto como cierre de jornada.
Explican que si bien ha sido un reducido grupo de unas 12 personas el que se ha encargado estos meses de prepararlo todo, cuando se han convocado actos populares de cara a este día «el pueblo ha respondido muy bien». Como ejemplos, el lip-dub que está en internet y se muestra hoy también en una pantalla de televisión de modo permanente, o las pruebas de «herri kirolak» organizadas este mediodía y en las que compiten amistosamente pequeños, jóvenes y mayores, organizados en categorías.
Este es sin duda uno de los momentos álgidos del día. Otro ha sido el previo a la misa de mediodía, cuando sobre todo los vecinos de más edad han aprovechado para acercarse al frontón a dar su voto en la carpa allí instalada e incluso se ha formado alguna pequeña cola. Lógicamente, no cabe esperar grandes datos de participación, dado que son poco más de 500 personas las que pueden dar el voto, pero el día es grande para un pueblo tan pequeño y que hoy vive una animación especial.