La finalidad de estas inspecciones es conseguir que el transporte escolar se realice con las mayores garantías posibles para los menores y cumpliendo con la normativa vigente, ha informado el Consistorio.

En cuanto a las 19 denuncias, la mayor parte de ellas tienen que ver con aspectos administrativos que en ningún caso mermaban la seguridad del vehículo ni del transporte.
Así, cinco sanciones se interpusieron por caducidad de la acreditación de aptitud del vehículo para transporte escolar; tres por no portar autorización de transporte escolar; y tres por carecer de extintor, timbre caducado o portarlo de forma que no se pueda utilizar en caso de emergencia.

Otras tres denuncias han sido por no portar señal indicadora de transporte escolar; dos por incumplimiento de las condiciones técnicas de homologación; una por carecer de autorización para realizar el transporte escolar; una por no portar libro de reclamaciones; y una por no portar martillos rompecristales o portarlos de forma que no se puedan utilizar en casos de emergencia.

Las denuncias se han remitido a los organismos competentes encargados de su tramitación, es decir, el Departamento de Transportes del Gobierno de Nafarroa y la Dirección General de Tráfico.

Las mismas fuentes explican que la actuación más destacable se produjo en el mes de enero cuando se localizó un autobús que realizaba el servicio pese a carecer de la autorización administrativa para el vehículo, ya que superaba los 16 años de antigüedad máxima permitida.

Sin embargo, como medida positiva, todos los autobuses inspeccionados durante el curso escolar tenían instalados cinturones de seguridad.

En general, tanto las empresas de transporte como las personas encargadas de conducir los vehículos cuentan con un buen conocimiento y concienciación sobre la documentación y los requisitos administrativos necesarios para realizar los servicios de transporte escolar, y son conscientes de que es algo necesario para garantizar la seguridad de los menores.

Los controles se han realizado en 23 centros educativos principalmente por la mañana, cuando los autobuses llegan al centro escolar y siempre después de haber descargado a los menores, con el fin de no interrumpir ni retrasar el servicio.

Puntualmente, también se han realizado inspecciones por la tarde, después de finalizar las clases y antes de que los escolares suban al autobús.