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Presentada una denuncia por extorsión mediante un ‘secuestro virtual’

Una vecina de Iruñea ha puesto la primera denuncia en Nafarroa por un delito de extorsión mediante el método del ‘secuestro virtual’, que en este caso se saldó sin abonar ningún dinero al percatarse la víctima del engaño.

Los hechos tuvieron lugar sobre las 11.30 horas de ayer, cuando una mujer de 73 años vecina de Iruñea recibió una llamada telefónica en su domicilio en la que una voz femenina se hizo pasar por su hija y le dijo: «Ama, me han secuestrado. Ven a buscarme, no sé dónde estoy».

La mujer desconfió de inmediato y contestó a la mujer que era «mentira» lo que estaba escuchando, colgó el teléfono y llamó a su hija, quien le confirmó que estaba en perfecto estado, por lo que a continuación denunció lo sucedido ante la Guardia Civil.

Se entiende por ‘secuestro virtual’ cuando se recibe una llamada telefónica en la que el interlocutor hace creer a la víctima que tiene secuestrado a un familiar y le exige una cantidad de dinero que oscila entre los 2.000 y 10.000 euros a cambio de su liberación.

Las llamadas generalmente se efectúan desde el extranjero, posiblemente valiéndose de una guía telefónica del Estado de la que cogen números al azar.

Los delincuentes, para aumentar la angustia de la víctima y conseguir más rápidamente el rescate, fingen la voz de la persona que dicen tener secuestrada, sus gritos de auxilio, y otros detalles que intentan dar verosimilitud al engaño, y solicitan el rescate para su liberación a través de empresas de envío de dinero.

Con todo ello, ante llamadas extorsivas de secuestro virtual, los expertos consideran «fundamental» mantener la calma y seguir diversas pautas, como la de escuchar y dejar hablar al interlocutor, y grabar la conversación si es posible.

No facilitar nunca datos personales, familiares, de ubicación o contacto, dejar siempre una línea de telefonía libre para intentar localizar a la supuesta víctima y avisar a las fuerzas de seguridad son otras de las recomendaciones, a las que se suma la de intentar realizar alguna pregunta muy personal de la víctima que le permita, en base a la contestación, concluir que es un falso secuestro.

También se pide no efectuar nunca por la cuenta pagos monetarios o entregas de efectos de valor requeridos por el extorsionador; no dudar en cortar la comunicación; escribir inmediatamente todo lo que se recuerde y denunciar los hechos siempre; controlar los datos volcados en las redes sociales y evitar encuestas en las que se pregunte por datos personales.