Puigdemont ha destacado la interinidad en la que se encuentra ahora la política española, lo que permite que «un gobierno pueda pasar sin comparecer en el Parlamento durante ocho meses», en referencia a la negativa del Ejecutivo en funciones de Mariano Rajoy a someterse a las habituales sesiones de control en las Cortes.
Una interinidad que, según ha advertido, podría alargarse porque «todo apunta que ni tan solo para ponerse de acuerdo en aquello que están de acuerdo, que es gobernar España, son capaces de hacer sacrificios o esfuerzos».
Puigdemont ha subrayado que, pese a que el TC ha suspendido las conclusiones aprobadas por el Parlament, el proceso soberanista «continúa como estaba previsto», a un ritmo que «ni se acelera ni se frena por decisiones ajenas a la política catalana. Reiteramos la voluntad de la política democrática catalana de continuar el mandato que ha de llevar al país a la independencia».
Puigdemont ha asegurado que el Parlament «no aceptará que nos trasladen a nosotros sus incapacidades para funcionar como una democracia convencional».