Se habían hallado los restos de cuatro menores de la familia Sagardia-Goñi, pero faltaban los de la madre y de un hijo. El equipo de Aranzadi ha logrado hoy poner punto y final a la triste historia de esta familia de Gaztelu recuperando de un profundo agujero de unos 50 metros (el equivalente a un edificio de veinte plantas) una parte del cráneo de la madre, Juana Josefa Goñi Sagardia, y el cráneo del hijo.
De esta manera, se ha dado un importante paso en el camino de la recuperación de la dignidad de esta familia, formada por Juana Josefa (de 38 años y embarazada de siete meses), Joaquín (16 años), Antonio (12), Pedro Julián (10), Martina (6), José (3) y Asunción (año y medio). Estando el marido y el hijo mayor fuera, fueron primero expulsados del pueblo y lanzados después al pozo.