La cuarta jornada del macrojuicio del caso Gürtel, que sienta en el banquillo a 37 acusados, ha estado protagonizada por las declaraciones de los primeros acusados, que han sido, por petición de la Fiscalía, los tres que han pactado un acuerdo: el constructor Alfonso García Pozuelo, el exedil de Hacienda de Pozuelo de Alarcón Roberto Fernández y el empresario Jacobo Gordon. Sus palabras han salpicado principalmente a Sepúlveda, Ortega y Correa, aunque también en algún momento al extesorero del PP Luis Bárcenas.
El último en declarar, y también el que ha dado más detalles, ha sido el exconcejal Fernández, quien ha explicado cómo Sepúlveda llegó a alcalde de Pozuelo de Alarcón gracias a una campaña electoral financiada con 100.000 eruos de la trama Gürte, «lo cual para un Ayuntamiento de 80.000 habitantes era una cantidad bastante desorbitada».
Durante la campaña de 2003, personas que no ha sabido identificar se acercaban a la sede electoral del PP con «sobres» de dinero en metálico. De hecho, según Fernández, Sepúlveda comentaba de vez en cuando que «gran parte de la campaña electoral era financiada por Correa».
Una vez llegó a la alcaldía, el exmarido de Ana Mato controlaba todas las adjudicaciones y comenzó a verse agasajado con dinero en metálico de la Gürtel –Fernández ha explicado cómo el propio Correa se lo llegó a llevar al despacho en un sobre– y también con viajes, comidas y artículos de lujo. «Hasta tal límite que Jesús (Sepúlveda) me pidió que le acompañase a la calle Serrano a comprar un bolso de Loewe y me dijo que lo pagaba todo Correa».
Según Anticorrupción, entre 1999 y 2005 –periodo que se juzga en este macrojuicio– Sepúlveda cobró de Gürtel «como mínimo» 668.391 euros, de los que 449.017 fueron en efectivo, 50.331 en viajes y otros servicios y 111.000 para gastos del PP.
Según el acusado, que se enfrenta a 2 años y 3 meses de prisión, Sepúlveda les decía a sus subordinados las empresas de Correa a las que debían dar los contratos. «Hablaba con los concejales y nos decía: ‘Hay que dárselo a tal empresa’».
Al final de su declaración, Fernández ha dicho que decidió colaborar con la justicia «después de haber tocado fondo», al pasar de vicerrector de la Universidad Complutense a acusado en el juicio. «Me parecía que el único modo de demostrar a mis hijos es que su padre está saliendo adelante es decir la verdad en un tema tan importante como este».
También ha implicado a Sepúlveda el constructor García Pozuelo, a quien previsiblemente se le rebajarán los 4 años y medio que le pide Anticorrupción. Hoy ha hecho una declaración ante las fiscales reconociendo los hechos que se le imputan: pagos a Sepúlveda y Correa a cambio de adjudicaciones.
El constructor ha reconocido haber abonado en 2004 65.000 euros a Correa «para Sepúlveda» por adjudicaciones en Pozuelo, así como 1,5 millones en 2002 y 2003 a Bárcenas, Correa y al exdiputado del PP Jesús Merino.
La Fiscalía encuadra estas últimas cantidades en el apartado de adjudicaciones de la comunidad de Castilla y León, pero el constructor ha explicado que no era para esa región, sino «para organismos centrales».
Jacobo Gordon –exsocio del yerno de Aznar Alejandro Agag y dueño de una promotora–, ha incriminado al exalcalde de Majadahonda, Guillermo Ortega. El ex primer edil, ha dicho, le pagó 150.000 euros en B para comprar un terreno en este municipio, un «negocio» en el que también participó Correa poniendo otros 300.000 euros en negro.
Gordon, a través de Correa, le ofreció ese mismo negocio a Bárcenas en una reunión en un hotel, pero al extesorero no le tentó la operación, ha dicho este acusado, que no irá a prisión porque la Fiscalía solo le pide 2 años, que ahora quedarán seguramente rebajados.
El juicio se retomará el próximo jueves con la reproducción de la declaración de un acusado fallecido, a lo que seguirá la de Francisco Correa.