«Habrá acuerdo, porque de no haberlo, al día siguiente el Estado perdería el 20% del PIB y se quedaría con el 100% de su deuda pública, una situación insostenible no sólo para España sino para Europa», ha advertido Mas.
El presidente del Partit Demòcrata Català ha ofrecido una conferencia en Madrid, en Nueva Economía Fórum, en Madrid, en la que se ha mostrado seguro de que «pase lo que pase habrá acuerdos, incluso llegado el punto de la creación de un Estado catalán: será un proceso negociado y acordado».
En el plano económico, ha dicho, porque el Estado epsañol no puede permitirse la salida de Catalunya; en el plano jurídico, ha admitido que el Estado tiene mecanismos para «dañar» el proceso, pero ha afirmado que todos tienen un «recorrido limitado» porque no paralizarán una movilización social que será «cada vez mayor».
Mientras tanto, el expresident ha explicado que habrá «tensión» porque se tramitarán las leyes de desconexión en el Parlament y se darán pasos para organizar el referéndum sobre la independencia. «Pero a pesar de que haya tensión, en algún momento del proceso final habrá acuerdos, serán inevitables», ha afirmado.
Artur Mas ha asegurado que quería con esta explicación dar «más tranquilidad que inquietud», asegurar que la situación obligará al acuerdo porque será necesario «proteger la economía de todos, que en definitiva son puestos de trabajo y bienestar». «Cuando oigan determinadas amenazas de que esto va a acabar como el rosario de la aurora, atención, porque habrá algún momento en que nadie querrá que todos salgan perjudicados», ha insistido.
«Apóstoles del diálogo»
Artur Mas ha explicado su relato de cómo se ha llegado al momento actual, a lo que ha denominado un «conflicto de gran calado» entre el Gobierno español y la Generalitat. Ha situado en el origen la sentencia del Constitucional que revocó parte del Estatut y ha añadido como agravante el rechazo del Gobierno de Rajoy a un pacto fiscal para Catalunya, que sacara al Principat del régimen común de financiación de las comunidades autonómicas.
Después, ha precisado que Rajoy no respondió a la petición que él le hizo para no llevar a los tribunales la consulta del 9 de noviembre, que se permitiera su celebración como «válvula de escape» de lo que se estaba generando en Catalunya. Y ha añadido que tampoco ha respondido a las posteriores ofertas, como la última del president de la Generalitat, Carles Puigdemont, de pactar una consulta.
«Hemos sido apóstoles del diálogo», ha dicho Artur Mas. «Si la respuesta siempre es no reiterado, no hay otra salida que seguir haciendo el camino, impulsando la propia estrategia política», ha dicho.
A este relato, Mas ha añadido que el Estado español no tiene un proyecto para Catalunya, al menos uno que sea «atractivo» en su opinión, pero que Catalunya sí tiene proyecto para el Estado, que incluye, entre otros ingredientes, la «solidaridad y la plurinacionalidad, apostar por un Estado de naciones y una de ellas es Catalunya».
«Operación Catalunya»
«Si el principal reto político del Estado es Catalunya, cómo puede ser que no haya ni una sola estrategia positiva para intentar afrontarlo. Ni una más allá de las querellas, la vía penal, incriminar a dirigentes», ha dicho.
«En vez de un proyecto para Catalunya, se montó una operación Catalunya para desprestigiar a líderes catalanistas con dossieres falsos», ha añadido.
Mas ha asegurado que se han creado informes contra políticos catalanes para desprestigiarles y ha cargado de nuevo contra el ministro español de Interior en funciones, Jorge Fernández Díaz, que no debería seguir en el Gobierno.
El político catalán ha asegurado que el Estado tiene «múltiples organismos para actuar» pero no ha querido señalar al CNI, el centro de inteligencia, porque desconoce si juega algún papel en ese contexto. «No sé quién intervino, pero es evidente que se intervino», ha dicho.