La reforma, que ahora pasará al Senado y que estará aprobada definitivamente antes de que acabe octubre, reduce de 54 a 47 días el plazo que discurre entre que se convocan las elecciones y la cita con las urnas, lo que llevaría esas terceras elecciones al 18 de diciembre.
Además, la nueva normativa deja en ocho días la campaña electoral, agiliza plazos y requisitos tanto para la administración como para la candidaturas que quieren concurrir a los comicios y las personas residentes fuera del Estado español no tendrán que volver a solicitar el voto.
Además, el texto aprobado ha acordado dejar en la mitad el límite máximo de gasto electoral en el que pueden incurrir los partidos durante la campaña y recortar en un 30% las subvenciones que reciben las candidaturas por votos y escaños.
Por contra, en la votación no ha salido adelante una enmienda de Ciudadanos, apoyada por Podemos, que proponía que se hiciera un único envío de las papeletas, ni tampoco una batería de enmiendas de ERC y Unidos Podemos que apostaban por una profunda reforma del sistema electoral, como el derecho al voto a partir de los 16 años.